Trilla de Quillón dio el vamos a las fiestas del 2020 con masiva concurrencia


La tradicional separación del trigo de la paja, mas  los platos y brebajes típicos de trilla fueron los encargados de deleitar los paladares del masivo público que llegó hasta el sector El Peley de Quillón.

Los 32 grados de calor que cubrieron a Quillón, no fueron impedimento para que más de 2 mil personas-según los organizadores-  disfrutaran de la séptima versión de la Trilla a Yegua Suelta, realizada tradicionalmente en el sector El Peley de la comuna- balneario.

“Estamos muy contentos de cómo fue el desarrollo de esta trilla, que nació como iniciativa de la junta de vecinos de El Peley y específicamente de su presidente Diego Garrido. Desde que partió esta actividad siempre ha sido exitosa y ahora en su séptima versión demuestra que ya está consolidada y es una de las preferidas, tanto de los propios quilloninos como de nuestros visitantes”, indicó Vladimir Peña, alcalde (s) de Quillón.

El tradicional corte de cinta y la bendición del trigo dieron el vamos a la trilla, en cuya era se reunieron los mejores binomios trilladores del Valle del Sol e incluso de otras comunas que quisieron colaborar con la vieja costumbre de separar la paja del trigo.

Tras la orden del mandarín se dio inicio al proceso, que no termina hasta que gran parte de las semillas ya hayan sido separadas y rescatadas para su posterior tratamiento.


“Cada año viene más gente a participar de la trilla y eso nos tiene muy contentos. Con el futuro, esperamos tener buen camino para que venga aún más gente. Queremos agrandar la sede y los galpones para que los turistas estén más cómodos. La trilla es una tradición antigua. Antes aquí todos los vecinos trillaban y andaban de una trilla a otra y todo el mundo se ayudaba. Y nosotros quisimos rescatar esa tradición que es típica de nuestro sector”, contó Diego Garrido, presidente de la junta de vecinos El Peley.


COCINA TÍPICA DE TRILLA
Y tal como se rescató la costumbre de separar la paja del trigo, también se hizo con la gastronomía. El bistec de trilla, hervido de porotos y la entrada de trilla; fueron los platos principales que engalanaron la fiesta y se encargaron de transportar al pasado a los comensales.

“Son hartos días de trabajo antes del evento en que tenemos que trabajar. Y ahora desde las seis de la mañana estamos preparando todos los platos para cocinarle rico a nuestro público. Son cerca de mil platos que tenemos para la gente al almuerzo, además de completos y empanadas”, señaló La jefa de cocina, Teresa Ibarra.


También siendo parte de la tradición, el público pudo disfrutar de la añosa mistela, que ha acompañado a la trilla desde su nacimiento y ha seguido deleitando paladares, sobre todo en Quillón.
“Me encanta la trilla, vengo todos los años. Y además participo de todas las fiestas costumbristas de acá, porque son muy bonitas y entretenidas. Y lo más lindo es que la costumbre no se pierde. Esto me recuerda cuando era niña y salía con mis abuelos a las trillas”, expresó Toya Arévalo, visitante de Concepción.

No hay fiesta que se precie de tal sin música. Conjuntos folclóricos y agrupaciones rancheras fueron los encargados de amenizar la fiesta que se extendió hasta altas horas de la madrugada, dando así el puntapié inicial a las actividades criollas del año 2020. 





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