La esencia del periodismo es
garantizar que los lectores, espectadores o auditores tengan acceso a
información de calidad y veraz, donde los ejercicios de interpretación sean
fundamentados y sobre todo el trabajo se entienda desde la premisa que el
derecho a la comunicación es un Derecho Humano.
Pero lo anterior tiene sustento solo
cuando hay un ejercicio ético y profesional comprometido con la ciudadanía y no
como un brazo más del poder político y económico, como se ha visto en muchos
medios chilenos en estos tiempos en que el país está convulsionado y vive en
una efervescencia social donde la información y la comunicación toma una
relevancia suprema.
El periodista y académico colombiano,
Omar Rincón, expone en uno de sus estudios que “los medios perdieron su careta
de intermediarios sociales autónomos e independientes y se convirtieron en
actores políticos y militantes de la libertad de empresa, el capitalismo
financiero y las voces de sus amos: sus dueños y sus anunciantes” A tres meses
del levantamiento social, ello cobra mucho sentido.
Principalmente hemos visto a los
canales de televisión y a diarios de circulación nacional dando tumbos,
omitiendo información, mintiendo y distorsionando la verdad. Se negaron a referirse a las violaciones de
DD.HH durante los 10 primeros días de la crisis hasta que todo era tan evidente
que no era sostenible una conducta de esa naturaleza.
Se conoció el pacto de editores de
canales y diarios con las máximas autoridades de La Moneda para homogeneizar la
información. Todo aquello fue desenmascarado por otro actor: las redes
sociales, herramienta que permitió al periodismo independiente poner los pies
en la calle, hacer su trabajo en terreno y también dedicar a filtrar y analizar
el caudal de imágenes que llegaban para discernir qué era periodísticamente
publicable y cuál información se podía o no corroborar.
En tiempos de crisis como los que hoy
se viven es cuando se asumen desafíos importantes para el periodismo. En este
punto los procesos sociales son altamente complejos, por lo tanto, la
interpretación de los fenómenos debe hacerse en este contexto, no basta solo
con informar, además, debe ser un trabajo basado en el respeto, en la ética y
en hechos concretos. Esa mezcla permitirá entregar una interpretación y mirada
reflexiva desde el conocimiento histórico de la cultura social hasta la
comprensión de las trasformaciones y demandas actuales.
Por ello, el ejercicio del periodismo
con enfoque en derechos humanos es relevante pues permite enfrentar coberturas
complejas con resultados que, con el correr del tiempo, harán recobrar la
confianza y credibilidad de un oficio que hoy se ve marcado por lo que el
académico de la Universidad de Icesi de Cali, Marcelo Franco, denomina periodismo mascota, aquel que bate la
cola ante su amo buscando la aprobación y caricia por parte del poder. Muy
lejos de aquel periodismo concebido como una profesión democrática, básica para
aportar a la construcción social de una nación justa e igualitaria.
Ignacio Paz Palma
Académico Escuela de Gobierno y Comunicaciones, U.Central
Tags
CARTAS AL DIRECTOR