con un creciente interés por producir vinos a base de estos viñedos de más de 150 años que están aún productivos
Luego de más de 10 años de coordinación e investigación histórica, además de un trabajo en terreno en toda la zona centro-sur de Chile, un grupo de profesionales de la aceleradora de Negocios de AgroWine Lab, retomó el desafío de impulsar una estrategia inédita para articular el posicionamiento Talcahuano y Concepción, como ejes estratégicos del Vino en la Región del Bio Bio y Ñuble, en unión con Cauquenes en la Región del Maule.
Las tres regiones concentran la mayor superfice de viñedos antiguos del hemisferio sur, con un creciente interés por producir vinos a base de estos viñedos de más de 150 años que están aún productivos, y han dado origen a exitosos vinos que han superado el precio promedio de los vinos chilenos de variedades europeas, en la mayoría de los casos.
Según números del catastro vitivinícola de ODEPA, en Chile, la superficie de vides para vinificación alcanzó las 137.374.93 hectáreas, de los cuales, el 73,7% del viñedo corresponde a cepajes tintos y el 26,3% a cepajes blancos, representados mayoritariamente por los cepajes Cabernet Sauvignon, Merlot, Carmeneré y Sauvignon Blanc, Chardonnay, respectivamente.
Sergio Bustos Cabrera, gerente general de AgroWine Lab confirmó que “Estamos estructurando un Plan de Trabajo que se pretende entregar al ecosistema público-privado para poder coordinar oficialmente algunas iniciativas de interés que están descolgadas de la estrategia oficial de la industria, y que en dichos territorios, representan grandes oportunidades de apoyo a la comunidad a través de desafíos de innovación vitivinícola.”
El principal objetivo de esta plan de trabajo que está liderando AgroWine Lab, es generar interés por parte de inversionistas regionales e internacionales debido al alto potencial que existe en las tres regiones, en particular en el contexto inmobiliario, ya que se continúa trabajando en la conformación del Primer Wine Country (Proyecto inmobiliario temático asociado el Vino), y que ahora, ampliará su espectro no tan sólo a Bío Bio, sino, Ñuble y Maule.
Esta semana incluso, Jancis Robinson, Master of Wine y Periodista Inglesa publicó en su columna de Financial Times el gran aporte que está haciendo Chile a través del resurgimiento del “Chilean Pais”, que es la nueva categoría de vinos que está impulsando Chile con vinos a base de País, que en Argentina se llama Criolla, y en España, Listán Prieto.
EL COMIENZO DE LA HISTORIA DEL VINO EN CHILE
Concepción fue clave en la comercialización, promoción y venta del Vino Chileno hasta 1864 aproximadamente, en particular, existía en calle Rengo una decena de bodegas que vendían el tan prestigioso “Vino de Concepción”.
Por su parte, el Puerto de Talcahuano fue el punto estratégico de salida de todos los vinos producidos en el Valle del Itata, generando toda una cadena de comercialización internacional que se fue perdiendo con el tiempo, razón por la cual este puerto debe enaltecer la imagen e importancia que tuvo en vino en su historia, y que se perdió.
“Queremos iniciar una recopilación histórica más profunda de la que se hizo en el Libro de Viñas del Itata, una historía de cinco siglos, iniciativa que fue impulsada por el Ingeniero Agrónomo, Maximiliano Morales en el año 2007, y que fue conducida por Fernando Arriagada, que está en el equipo de profesionales que estamos trabajando.” recalcó Sergio Bustos Cabrera.
A través de este plan, se pretende potenciar otros territorios que han estado descolgados del desarrollo vitivinícola en el Valle del Itata, y que ahora pertenece a la región de Ñuble, además de nuevos, pero antiguos sectores de la ribera del Río Bío Bio como San Rosendo y Laja.
En el caso del Maule, se potenciarán Coronel de Maule, Cancha Alegre, Sauzal, Los Despachos y Name en el Valle de Cauquenes, donde recientemente se realizó un trabajo de posicionamiento e investigación histórica que fue liderada por INIA Cauquenes, bajo la supervisión de la agrónomo-enóloga, Irina Diaz.
El contexto histórico es claro al señalar que las primeras parras fueron plantadas en las cercanías de Penco en 1551 cuando el conquistador Pedro de Valdivia, entregó documentos dando la autorización a su capitán Diego de Oro para que plante una viña en las inmediaciones, según los documentos inéditos para la historia de Chile, segunda entrega de José Toribio Medina, lo que al parecer no funcionó por tema de clima y los avatares de la guerra de Arauco que a fines de 1553 le costará la vida al propio gobernador.
No obstante el traspié, las viñas empiezan a fructificar con mucha fuerza en el interior, al calor y abrigo de los lomajes de la cordillera costina y, como muchos anhelaban su cultivo, estas se multiplican grandemente por toda la zona al sur del río Maule, donde actualmente se encuentra el polo de investigación de viñedos antiguos más importante de INIA Cauquenes.
En dicho centro de investigación, donde se han generado análisis de perfiles aromáticos de uvas pisqueras, además de analizar el potencial de producción de vinos a base de cepa país, y que ha sido gran parte de la base técnica del éxito gracias a alianzas estratégicas como la Cooperativa Loncomilla.
Históricamente, la única división administrativa eran los límites de los obispados de Santiago y La Imperial (más tarde Concepción) creados en 1561 y 1563 respectivamente, establecidos en el río Maule, después de diez años de ardua disputa, por lo que toda la producción vinera del sector fue conocido desde sus comienzos como “el vino de Concepción” como lo señalan varios cronistas de la época como el informe de Rodrigo Vega Sarmiento al Virrey del Perú Francisco Vega de Toledo.
Hasta 1826, los vinos de Concepción fueron el 80% de la total producción nacional, es decir, las cuatro quintas partes. Ese año se crea la provincia de Maule cuyo límite sur era el río Itata. Pero es bueno dejar en claro que igual la gran producción vinera se extendió al menos hasta 1864. A partir de ahí los viñedos de los alrededores de Santiago, franceses y más tecnificados fueron ganando porcentaje de producción y los del sur del Maule, disminuyendo su importancia por el aumento de los del norte, porque la producción nacional fue en aumento gracias al aporte de las nuevas viñas. Itata y Cauquenes siguieron produciendo lo mismo, aunque sin renovar sus técnicas.
Según señala el historiador, Fernando Arriagada Cortés, la metrópolis penquista, no sólo adquirió importancia, por ser la sede del Gobernador por largos meses, la Real Audiencia que ahí funcionó o el Ejército permanente que hubo de instalar como freno a los alzamientos. Fue capital vinera de Chile hasta los años sesenta del siglo XIX. Ahora, avalados por una tradición de casi quinientos años y las nuevas viñas instaladas en los valles de Cauquenes e Itata, todo el sector ve resurgir el producto vino y sus derivados como una gran esperanza socio económica que potenciará el agro del secano interior del Itata.
LA CONEXION DE LA FILOXERA CON CHILE Y TEXAS
Según comenta Maximiliano Morales: “Un hecho histórico que debemos confirmar, fue el boom exportador que tuvo el Vino de Concepción en la misma época que Europa fue azotada por la filoxera, que llega en 1868, y durante una década, coincide con evidentes aumentos de exportación hacia europa de vinos chilenos. Estos serían mezclados y consumidos por varios años hasta que la industria vitivinícola europea se recuperara luego de que se crearan los porta-injertos resistentes al temido insecto.”
“Dicha parte de la historia del vino en el mundo está aún desarticulada, ya que en un reciente viaje a Texas a la zona de Austin y Dripping Springs, llegué a encontrar registros de que en texas se había trabajado con variedades autóctonas de vides locales (origen español, considerando que Texas pertenecía a Españaantes), y con directas conexiones a Francia y Chile, recalcó Morales.
Sumado a todo lo anterior, en la reciente visita del genetista de vides, José Vouilamoz, co-autor del libro Wine Grapes ha señalado que Chile posee la mayoría de sus viñedos antiguos sin portainjertos, lo que abrirá un gran interés en la vitivinicultura internacional. Dicho esto, AgroWine Lab, inició una agenda de trabajo entorno a la genética chilena de vides que pronto se dará a conocer.
Los puntos de entrada de la filóxera fueron los puertos de Bourdeaux, Oporto y Málaga, según comenta el sitio web: http://www.vitivinicultura.net/filoxera-de-la-vid.html.