Rescate el ancestral Tomate Rosado de Peumo

Publicado: Martes, 11 Abril 2017 07:01 Escrito por Mario San Martin
Hace un año “Don José” jamás se imaginó que algún día sería un personaje famoso, que saldría en televisión y diarios,

y menos que eso pasaría debido a su trabajo como pequeño agricultor. Pero fue gracias al proyecto “Rescate y valorización del tomate rosado de Peumo”, que Don José fue portada de varios medios nacionales e internacionales, por ser uno de los pocos en rescatar y producir un tomate que estaba destinado a desaparecer.

Este tomate era el que se consumía hace cincuenta años en el campo de la zona central de Chile, pero que se fue perdiendo debido a la irrupción del tomate industrial y de larga vida. Las personas de edad cuentan que tenía características únicas, debido a su sabor, aroma y jugosidad. Por eso es que algunos agricultores socios de Coopeumo rescataron sus semillas para volver a comercializarlo, a pesar de los riesgos.

Esta fue una de las razones que motivó a la cooperativa agrícola Coopeumo a postular un proyecto que pudiese rescatar y poner en valor este tomate que, además de ser diferente a la oferta actual, revive los aspectos tradicionales, territoriales y familiares de la historia de Peumo y comunas vecinas.

“El proyecto no solamente buscó rescatar el tomate, sino que también poner en valor un producto, que pensábamos tenía “defectos” como su deformidad, estacionalidad, tamaño y corta postcosecha; a poco andar y conversando con el mundo gastronómico gourmet, nos dimos cuenta que esos eran en realidad atributos, pues indicaban que el tomate no estaba intervenido, ni modificado genéticamente, ni industrializado, precisamente atributos que hoy se valorizan mucho”, comenta Rodolfo Cortés, Director de la Agencia de Innovación ChileSustenta y asesor de Coopeumo en este innovador proyecto.

La iniciativa, que fue apoyada por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), apuntó a que los pequeños agricultores pudiesen ofrecer sus tomates rosados a un mercado gourmet, con un público que hoy demanda alimentos exclusivos y novedosos, con garantías de inocuidad, que asimilen el consumo de un producto no solo por su aroma, sabor y jugosidad, sino también por un relato y una historia con arraigo territorial detrás de el.

Juan Carlos Galaz, ejecutivo de FIA, señala que este proyecto fue financiado a través del programa de valorización del patrimonio y que tuvo muy buenos resultados. “Gracias a esta iniciativa hoy podemos entregar a los agricultores alternativas para poder mejorar sus ingresos familiares, rescatando productos olvidados, aumentando su potencialidad, y resaltando sus características y cualidades y de esa manera generar un mejor negocio para ellos”, explicó.

El proyecto permitió darle un mejor manejo técnico al cultivo del tomate rosado, otorgando una mayor vida de postcosecha, soportando bien las condiciones del verano y siendo más resistente al ataque de plagas y enfermedades, sin tener que recurrir a tantos agroquímicos.

Don José cuenta que el tomate rosado le cambió la vida. “La venta se disparó y hoy me falta terreno para producir más. Actualmente casi todos saben las características del producto y la gente lo está pidiendo. La calidad y lo natural es lo que aquí está mandando, se rescató para quedarse y magnificarse en todo el país y por qué no decirlo al extranjero, que ya he recibido hartos llamados”, comentó.

Como desafío futuro está el apalancamiento de nuevos recursos para una segunda etapa, que permita sumar nuevos productores y cubrir una demanda que supera la oferta, así como también generar nuevos encadenamientos cortos, asegurar calidad y obtener su Indicación Geográfica.

Esta exitosa iniciativa permitió que varios pequeños productores hortícolas de la zona produzcan y vendan el tomate rosado a un precio mayor que el del tomate industrializado, y que hoy sea valorado por importantes chefs y restaurantes que buscan ofrecer productos sanos y con identidad.

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