"Seamos realistas y hagamos lo imposible", la frase pertenece al Che Guevara y bien
podría resumir del guión que presentará este sábado, a las 22:30, el programa "Divina comida" de Chilevisión.
En lo real, Javiera Acevedo, Matías Vega, Pangal Andrade y Evelyn Matthei darán vida al tercer capítulo del docurreality, en donde un invitado (en este episodio Javiera Acevedo) oficia de anfitrión, cocina y articula una conversación en torno a la mesa. ¿Lo imposible? Evelyn Matthei vestida de Che Guevara, puro en mano, en un ambiente de total distensión.
"Lo pasé muy bien, comimos rico y se lograron conversaciones muy ricas. Yo parecía la abuelita del grupo... jajaja. Pero lo pasamos muy bien, son unos chicos encantadores", comentó esta mañana a La Segunda, Evelyn Matthei de su experiencia en un programa donde logró cierta química con gente más joven y de historias muy distintas a la suya.
—¿La tuvieron que cortejar mucho para ir a un programa como ese?
—Lo encontré muy raro al principio, como que no tenía muchas ganas, pero después me explicaron que se trataba de un programa junto a personas que uno no conoce, que había que cocinar y conversar y la verdad es que resultó 10 veces más entretenido que lo que me imaginaba. Trabajamos mucho. Cuando dicen que son 4 horas al día, no es tan así. Trabajamos mucho más al día y durante una semana completa.
—¿Usted cocina?
—Cocino bastante bien, fíjate, pero re poco. Me encanta hacerlo y cuando tengo la oportunidad de verdad me encanta pero casi nunca lo hago, pero igual tengo mis buenas recetas de mis abuelas, mis bisabuelas, algunas más modernas. Pero lo grato es pasarlo bien y en este programa de verdad hablamos cosas muy entretenidas.
—Permítame decirle que usted va a generar una verdadera revolución vestida de Che Guevara.
—Nos preguntaron, "¿qué es lo que usted nunca sería?". Me dieron a elegir y elegí. Fue muy chistoso. Nos encerramos en el baño con la Javiera Acevedo y mientras ella se disfrazaba de monja y yo de Che Guevara eran ataques y ataques de risa.
—¿Y por qué eligió al Che?
—Por una razón muy simple, lo que a mi me complica es todo el tema del poder y la violencia. Eso lo dije también en su minuto. A mi me complicaba la violencia en el gobierno militar, con el tema de Cuba aún hoy día y es un tema que al final me toca mucho. —Usted no anda muy lejos del Che, por ejemplo la frase "prefiero morir de pie que vivir arrodillado" la podría haber dicho perfectamente.
—Jajaja... yo creo que al final hay mucho de eso en mí y me viene muy bien. Debo reconocerlo.
—Es importante para los políticos aprovechar los espacios de la TV, más aún con todo lo que sucede hoy en el país.
—Es importante cuando sobre todo estás con gente que no es de la política. Yo desde el primer día dije que me iba a dedicar más a escuchar que a hablar y la verdad es que fue muy bueno hacerlo. Después de haber hecho clases a niños de primer y segundo medio, entendí que uno tiene que tener oídos frescos y mente abierta para saber qué es lo que está pensando la juventud, porque uno se mete en su propio mundo y gente con vidas similares a uno y cuando conoces realidades distintas, te das cuenta el valor que tiene parar y escuchar.
—¿Y cuándo va a ir a la tele a debatir otros temas o grandes decisiones?
—No lo tengo previsto, estoy súper dedicada al tema de Providencia y todas la conversaciones que he tenido con gente joven me han servido. Son muy valiosas porque es muy importante sacudirse de ideas que quizás era súper válidas hace 20 o 30 años y que ahora ya no tienen vigencia.
—Lo encontré muy raro al principio, como que no tenía muchas ganas, pero después me explicaron que se trataba de un programa junto a personas que uno no conoce, que había que cocinar y conversar y la verdad es que resultó 10 veces más entretenido que lo que me imaginaba. Trabajamos mucho. Cuando dicen que son 4 horas al día, no es tan así. Trabajamos mucho más al día y durante una semana completa.
—¿Usted cocina?
—Cocino bastante bien, fíjate, pero re poco. Me encanta hacerlo y cuando tengo la oportunidad de verdad me encanta pero casi nunca lo hago, pero igual tengo mis buenas recetas de mis abuelas, mis bisabuelas, algunas más modernas. Pero lo grato es pasarlo bien y en este programa de verdad hablamos cosas muy entretenidas.
—Permítame decirle que usted va a generar una verdadera revolución vestida de Che Guevara.
—Nos preguntaron, "¿qué es lo que usted nunca sería?". Me dieron a elegir y elegí. Fue muy chistoso. Nos encerramos en el baño con la Javiera Acevedo y mientras ella se disfrazaba de monja y yo de Che Guevara eran ataques y ataques de risa.
—¿Y por qué eligió al Che?
—Por una razón muy simple, lo que a mi me complica es todo el tema del poder y la violencia. Eso lo dije también en su minuto. A mi me complicaba la violencia en el gobierno militar, con el tema de Cuba aún hoy día y es un tema que al final me toca mucho. —Usted no anda muy lejos del Che, por ejemplo la frase "prefiero morir de pie que vivir arrodillado" la podría haber dicho perfectamente.
—Jajaja... yo creo que al final hay mucho de eso en mí y me viene muy bien. Debo reconocerlo.
—Es importante para los políticos aprovechar los espacios de la TV, más aún con todo lo que sucede hoy en el país.
—Es importante cuando sobre todo estás con gente que no es de la política. Yo desde el primer día dije que me iba a dedicar más a escuchar que a hablar y la verdad es que fue muy bueno hacerlo. Después de haber hecho clases a niños de primer y segundo medio, entendí que uno tiene que tener oídos frescos y mente abierta para saber qué es lo que está pensando la juventud, porque uno se mete en su propio mundo y gente con vidas similares a uno y cuando conoces realidades distintas, te das cuenta el valor que tiene parar y escuchar.
—¿Y cuándo va a ir a la tele a debatir otros temas o grandes decisiones?
—No lo tengo previsto, estoy súper dedicada al tema de Providencia y todas la conversaciones que he tenido con gente joven me han servido. Son muy valiosas porque es muy importante sacudirse de ideas que quizás era súper válidas hace 20 o 30 años y que ahora ya no tienen vigencia.
Por Rodrigo Garrido T.