Entrega de "píldora del día después" subió 71%



Las 7.153 dosis distribuidas en los distintos hospitales y consultorios del país en 2013,
se elevaron a
12.199 en 2015. Especialistas señalan que la entrega se ha masificado y que ha bajado la negativa de los municipios a expenderla.
Fue una resolución adoptada en el primer mandato de la Presidenta Michelle Bachelet, en septiembre de 2006, la que instaló en el país el tema de la "píldora del día después" y su entrega. La medida, que buscaba el libre expendio a mujeres mayores de 14 años, fue sucedida de férreas oposiciones, protestas, recursos legales, fallos, decretos y finalmente una ley, promulgada en 2010, que estableció el derecho de toda persona a recibir el anticonceptivo de emergencia.
A casi una década, el uso de este fármaco ha tenido un determinado aumento. Así lo demuestran las cifras del departamento de Ciclo Vital del Ministerio de Salud: las 7.153 dosis distribuidas en 2013 en los hospitales y consultorios del país, se elevaron a 12.199 el año pasado, lo que configura un alza del 71%.
La entrega de la pastilla, que desde 2013 también se realiza a menores de 14 años, forma parte de la política de Regulación de Fecundidad del Minsal. "Es para emergencias: por mal uso del condón, quienes utilizan la concepción oral y tienen enfermedades que alteran el uso, para aquellos que tuvieron coito no protegido o en caso de violencia sexual", explica Lorena Ramírez, encargada del departamento de Ciclo Vital.
Ramiro Molina, especialista en obstetricia y ginecología y académico de la U. de Chile, valoró el aumento de la entrega y su socialización como política pública. "Costó mucho que la gente entendiera que la píldora de emergencia no es abortiva, que no impide la fecundación, porque lo único que hace es prevenirla", dice.
Pese al tiempo transcurrido, las mejoras al acceso a esta anticoncepción no se han detenido: en septiembre de 2015, el Instituto de Salud Pública autorizó la venta de la píldora en farmacias, sin receta médica. Un recorrido de La Tercera, realizado esta semana, constató que el fármaco está disponible, sin requisito de prescripción, en locales de las cadenas Cruz Verde, Ahumada, Salcobrand y Doctor Simi a precios que van desde $ 13 mil a $ 17 mil, dependiendo del formato: una única píldora de 1,5 mg o dos dosis de 0,75 mg.
Consultorios
Actualmente, para obtener la píldora de forma gratuita en la red pública, las personas de Fonasa deben acudir a un Centro de Salud Familiar. Ahí, hay que pasar por una consulta médica, que también puede ser realizada por una enfermera, donde se entrega la información respecto al medicamento, previo a la entrega.
En algunos recintos, especialmente cuando se trata de jóvenes, se pide a la solicitante ingerirla frente al profesional.
Natalia Bozo, académica de Sociología de la U. Central, es una de las autoras del estudio que investigó en 2013, la cobertura del fármaco en los consultorios y que arrojó que un 6% de los recintos no la entregaba. Esto supuso una considerable mejora respecto de 2010, cuando el análisis constató que 29,7% de los municipios no la expendía y que un 38,6% la otorgaba con restricciones. "Luego de entrar en vigencia la ley ese año (2013, con la publicación del reglamento), todos los consultorios debieron cumplir el requisito, y yo creo que la cobertura, en unos años, llegará a ser un 100%", sostiene Bozo.
Al respecto, Ramírez dice que "existe objeción de conciencia individual, siempre y cuando haya otro profesional en el momento que pueda cubrir la atención. Si no lo hay, el profesional debe hacerlo".
Desde la Asociación Chilena de Municipalidades, la directora de Salud, Jessica Mualim, señala que "después de un tiempo de concienciación del uso de la pastilla, y su entrega, yo creo que los consultorios tuvieron que ir accediendo a dar este fármaco".
Para Anita Román, presidenta del Colegio de Matronas, la discusión mediática sobre la pastilla de la última década "hizo una contribución positiva en la población, porque la dio a conocer y hoy día no hay ninguna persona en Chile que no sepa que puede contar con este método para una relación sexual no protegida".
Sin embargo, según el doctor Molina aún hay camino por recorrer: "Falta más educación sexual, porque no hay un modelo o sistema para capacitar a los profesores, especialmente del sector público, además que hace falta más foco en las menores de 15 años, que es un área que está vulnerable".
La senadora y miembro de la Comisión de Salud, Jacqueline van Rysselberghe (UDI), dice que el aumento en la entrega de la píldora debe verse con precaución: "Quienes la usan muchas veces no tienen otro sistema de anticoncepción, y tienen relaciones sexuales esporádicas, y ahí el mayor riesgo para ellas no es el embarazo, sino que el Sida".
El senador y también integrante de esta comisión, Guido Girardi (PPD), remarca que "no todos los jóvenes usan métodos anticonceptivos, porque hay poca educación sexual, así que, dado esto, es significativo el uso y conocimiento de la píldora del día después que estamos teniendo".
Judith Herrera y Camila Mardones

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