Ángel Victoriano toda una vida tras el mesón de su tradicional suelería


Adentrarse en la Suelería Lautaro ubicada en calle Independencia 768 de San Carlos, es en cierto modo, devolvernos en el tiempo.
Angel Victoriano Barriga su propietario tiene 82 años, 60 de los cuales ha visto pasar la vida en una de las calles comerciales, Independencia,  mas importantes de San Carlos. Llegué a trabajar acá cerquita, un poco mas al sur de donde estoy ahora, trabajaba para una gran persona, de quien tengo solo buenos recuerdos don Julio Paul. Estuve con él 29 años y luego de eso me establecí acá en mi negocio… llevo 31 años viendo pasar la vida desde mi  negocio” nos dice el comerciante Angel Victoriano.
Nació en San Carlos, justo en la intersección de las Calles O Higgins y Avenida Prat. Muy cerca de la primera estación de ferrocarriles . “Mi vida de niño transcurrió siempre vinculado a la Alameda… hasta el dia de hoy recuerdo claramente de mi niñez la música que salía permanentemente del negocio llamado Los Colombianos  ubicado frente a la plaza y era de propiedad del señor Auad… recuerdo nítidamente la Librería de don Octavio Anguita ubicada en las calles Serrano y Balmaceda, recuerdo sus colonias, sus cortaplumas…” rememora con nostalgia.
Atiende su negocio con una particular amabilidad, conoce a la gran mayoría de sus clientes: “a estas alturas ya no son mis clientes, la gran mayoría son mis amigos… voy a seguir acá hasta que me caiga, voy a seguir viniendo todos los días hasta que ya no pueda hacerlo, esto es lo mío, este es mi espacio, desde aquí he visto pasar la vida y me he llenado de recuerdos…” nos dice.
“Soy hijo de español, que me inculcó un particular amor por mi patria. El nombre de mi negocio “Lautaro” es en honor de nuestro primer héroe nacional, el primer genio militar y estratega…”
Hoy por hoy,  lo que mas se vende en su suelería son aperos de labranza, adhesivos, hilos y pitas para cocer cuero, broches, botones, ojetillos para cortinas y renovadores de calzados. “He tenido que empezar dos veces con mi negocio, todo iba bien hasta el 27 de febrero de 2010, lo perdí todo, absolutamente todo, pero me levanté y sigo en pie, haciendo lo que me gusta, atendiendo a mis amigos…” nos dice con algo de rabia por la falta de apoyo institucional.
Cuando le consultamos por sus hijos, le cambia la cara, habla con absoluto orgullo de sus tres hijos, dos mujeres profesoras y un hombre que se ha destacado en el género de las ciencias y también en la pintura. “Pedro (su hijo hombre) ha recorrido gran parte de Chile y ha sido reconocido por su capacidad pictórica y científica, ha viajado al extranjero para prepararse y destacar entre sus pares… estoy muy orgulloso de cada uno de mis hijos”
Dejamos a don Angel en su “Suelería Lautaro”, lleno de recuerdos, lleno de nostalgias y pleno de orgullo por sus hijos.


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