Cuatro meses durará
la investigación del accidente. En menos de 48 horas el volante nacional pasó
de héroe a villano.
Desde la presidenta
Bachelet ("Me alegro que no le haya pasado nada grave ni a él ni a su
señora, ni al otro conductor"), hasta personalidades de todos los ámbitos
se han pronunciado y dividen sus opiniones: inocente o culpable.
Esta mañana, Vidal
enfrentó el control de detención por conducir en estado de ebriedad, tras
arrojar 1.21 en la alcoholemia practicada anoche. Cerca de las 8:00 de la
mañana, Vidal fue trasladado desde 15ª comisaría de Buin, donde pasó la noche,
presumiblemente en una sala y no en un calabozo. Fue trasladado bajo un
estricto operativo de seguridad que no permitió divisarlo en ningún momento.
De hecho, a su
llegada, media hora después, al juzgado de garantía de San Bernardo, tuvo
varios capítulos de distracción para la prensa y gente apostada en el lugar.
Fue ingresado en una patrulla de carabineros por un acceso secundario del
recinto y una vez adentro no se dejó ver hasta la formalización.
Caos total
Cerca de las 11:30
se produjo el caos. Con Vidal al interior de la sala, un grupo de unos 50
hinchas irrumpió en el lugar retrasando la formalización. Tuvo que intervenir
personal antimotines de Gendarmería.
En esos minutos, el
volante de la Roja aprovechó para hablar con sus abogados y recibir instrucciones
de cara al interrogatorio. Ante la situación extrema, el juez determinó que la
prensa no podía ingresar a la sala, salvo camarógrafos y fotógrafos.
Vidal quedó bajo
firma mensual en el consulado chileno en Milán y con un plazo de 120 días de
investigación. El juez de garantía determinó que no procedía arraigo nacional
ni menos prisión preventiva y por ende, el jugador podrá seguir participando de
Copa América y volver posteriormente a su club, la Juventus.
Su permanencia en
la escuadra chilena queda ahora en manos de la ANFP.
Más ruido que en el
Nacional
Además de las
decenas de medios nacionales y extranjeros, atentos al desarrollo de la
noticia, el juzgado tuvo como inesperados visitantes, a cerca de 300 hinchas
que desafiaron las bajas temperaturas para apoyar a su ídolo.
Incluso llegó el
bombo que tanto echan de menos en los estadios, lo que le dio al ambiente un
tono de barra brava.
"Sampaoli,
Sampaoli... Te queremos recordar... Que el Rey Arturo es lo más grande...Lo
queremos ver jugar", uno de los cánticos más repetidos, así como varios
"Ceachei".
"El es un
ídolo y cualquiera se puede equivocar, por eso lo venimos a apoyar", decía
una señora. Así como ella, escolares y fanáticos por los colores la selección
no dejaron de prestar su apoyo en todo momento, incluso pidiéndole al jugador
que se asomara por una de las ventanas del juzgado, cuyo ambiente bien se
podría decir, estuvo más animado que durante varios pasajes que los partidos de
Chile en esta Copa América.
Por Daniel
Fernández