Se trata del único
plantel bovino de esta raza vigente en el catálogo genético de la Sociedad
Nacional de Agricultura.
Esta insólita
noticia se originó en el criadero local de bovinos de esta raza, que maneja la
familia Migrik Esparza, que también tiene una historia singular, ya que comenzó
casi como una humorada, cuando Eduardo Migrik le regaló a su hija Francisca un
toro de raza pura, “Estero”, que se comenzó a criar en el patio de una parcela
habitacional camino a Pinto.
Eso que ocurría
hace cuatro años ahora dio origen a un criadero de raza Simmental, el único en
el país certificado por el registro genealógico de la Sociedad Nacional de
Agricultura, que se proyecta como un centro genético de exportación.
La joven empresaria
y estudiante de Agronomía en la UdeC, Francisca Migryk, relató que esta
situación se generó luego que su criadero apareciera en un reportaje del diario
La Discusión y la contactaran de una firma publicitaria internacional para que
participara en una serie de “spots” en que se requería de una vaca con
características especiales, que se pareciera al logo del chocolate inglés:
“vieron el artículo y me contactaron por internet. Al principio no me lo creía
y aceptamos más por el desafío que por el interés comercial, a pesar de que la
oferta no era mala”.
Luego de un
“casting” se seleccionó a “Lista”, una vaca de un parto, que viajó junto a su
hija, su dueña y un cuidador por más de una semana a Pucón, con el contrato
para hacer las filmaciones.
Francisca Migryk
señaló que se trató de un episodio simpático de su vida, adentrarse en el tema
de las filmaciones y de detalles, que se tienen en cuenta para hacer publicidad
audiovisual. La empresa chileno-peruana que debía hacer el trabajo, además de cumplir
con los aspectos técnicos, debía además, preocuparse de la sanidad de la vaca,
que era una de las seguridades que ofrecía este criadero de Simmental de
Chillán. Pero también había detalles como que la pintura morada que había que
aplicar a la vaca fuera de características tales que no interfiriera con el
bienestar animal.
Dijo que para el
éxito del comercial resultó una excelente idea el haber llevado a la vaca con
su ternero, ya que eso la mantenía tranquila y también servía para atraer la
atención hacia la cámara cuando era requerida. También señaló haber quedado
sorprendida de la cantidad de tomas que hay que hacer para montar un spot
publicitario de corta duración.
Hoy el aviso
televisivo se está pasando por la TV inglesa, y aunque los consumidores no lo
saben, en su decisión por Chocolates Milka, hay una influencia chillaneja.