Aumento se explica
por la mayor disponibilidad de agua este año para el embalse Digua y el río
Ñuble.
Según dio a conocer
la Seremi de Agricultura, sobre la base de información entregada por
productores, profesionales y empresas arroceras. La superficie sembrada en la
región en la actual temporada es de 4.350
hectáreas, superior a la temporada pasada, en la que se sembraron 4.200
has.
El incremento se
debe principalmente a los buenos resultados económicos de la temporada anterior
y a la mayor disponibilidad de agua para riego en el Embalse Digua y en el río Ñuble al momento de realizar la
preparación de suelos y la siembra respecto a la temporada pasada.
Esta situación
posteriormente se revirtió en el Embalse Digua, por la baja pluviometría que disminuyó
el aporte que hacen los esteros y afluentes a dicho embalse, que obligó a la
Asociación de Canalistas Canal Matriz Ñiquén a anticipar la disminución del
caudal de entrega a nivel de predio respecto de lo programado.
Lo anterior, no
obstante las recomendaciones de la Asociación de Canalistas Canal Matriz Ñiquén
a los productores, en orden a sembrar lo más temprano posible y cultivar
superficies en directa relación con los derechos de aguas y tasa de riego para
el período.
Cosecha atrasada
En cuanto a la
cosecha, la autoridad de agricultura asegura que lleva un avance de un 45%,
atrasada en cinco días en su inicio respecto a un año normal, producto de las
condiciones climáticas caracterizadas por la alta humedad ambiental y bajas
temperaturas después de las lluvias durante enero y febrero, lo cual retrasó el
llenado y madurez del grano. Las siembras en general se aprecian bien, con una
madurez fisiológica poco uniforme producto de una mayor cantidad de horas de
frío.
Las expectativas de
rendimientos para las siembras que no tuvieron problemas de agua son buenas, no
así en aquellas que no dispusieron del agua suficiente de acuerdo a los
requerimientos del cultivo y además se realizaron en forma tardía.
Los sectores más
afectados por falta de agua para riego, debido a la escasez hídrica y bajo
caudal de los ríos, fueron los ubicados al poniente de Ñiquén (Belén, Agua Fría
y Comillaún), sectores en que algunos productores optaron por perder una parte
de su siembra con el propósito de salvar la restante. Esta situación se dio
principalmente en productores que riegan con derrames y sembraron más de lo
recomendado por la Asociación de Regantes del Digua Ñiquén Perquilauquén. Se
estima que se perdieron alrededor de 200 hectáreas por falta de agua para riego
y otras 200 fueron regadas en forma deficiente, lo cual afectará el rendimiento
y la calidad del grano.
Las primeras
cosechas de arroz se iniciaron el 26 de marzo y su término se estima en
alrededor del 15 de mayo, siempre y cuando se mantengan las actuales
condiciones climáticas.
mejores precios
Los rendimientos a
la fecha se estiman en 65,0 quintales por hectárea base campo y el rendimiento
industrial es de un 55% como promedio, lo que aumentará el precio a productor.
Los productores están conformes con los rendimientos, no obstante el descuento
por granos defectuosos es superior a la temporada anterior principalmente por
grano verde, sin mayores problemas de transporte y recepción en plantas hasta
el momento.
Paralelamente, el
precio que están cobrando las automotrices arroceras es similar al año anterior
$100.000/ha. incluido tractor y catango y se aprecia una mayor disponibilidad
de máquinas cosechadoras.