Jornada reunió a productores dese
la sexta a la décima regiones en torno al avance del mejoramiento genético
realizado por INIA en 50 años de trabajo dedicado al avance agroalimentario.
El lanzamiento de tres nuevas
variedades de trigos harineros y una de candeal, se realizó en el marco de la
jornada técnica "50 años del programa de mejoramiento de trigo de INIA,
mejorando trigos para Chile", que se realizó en el Centro Experimental
Santa Rosa. "Elegimos Quilamapu porque aquí convergen muchos investigadores
y es uno de los centro más grandes que realizan mejoramiento además de Carillanca",
indicó el subdirector de Investigación y desarrollo de INIA, ingeniero agrónomo
y mejorador de trigo, Iván Matus. La
jornada, reunió a productores trigueros desde la sexta a la décima regiones,
desde pequeños a grandes, con el fin de hacer una jornada que mostrara en forma
directa y más eficiente el trabajo que se desarrolla en INIA tanto a nivel de mejoramiento, como de manejo
agronómico y control de enfermedades. "Eso nos dio tiempo para interactuar
con los productores, y ahondar en las preguntas, ya que todos los productores
estaba enfocados a sacar el mejor provecho de esta jornada", comentó
Matus.
Las variedades que se presentaron
a las agricultores, son Lasana, Suri y Queule. Lasana es un trigo harinero de
grano rojo, de calidad superior a Pantera INIA, de muy buen rendimiento, hábito
un poco más tardío al primaveral típico y con un hábito de crecimiento que le
confiere cierta característica de tolerancia a la falta de agua. Suri es una variedad de grano blanco, harinero,
más precoz que Lasana y de muy buena calidad y rendimiento; las dos variedades con
buena resistencia a enfermedades. Las dos son variedades de trigos harineros de
primavera. Queule es un trigo candeal de buen rendimiento, buena sanidad y una
de sus características es el color de grano, mucho más amarillo, de 23 en el
colorímetro.
También se mostró a los
productores la variedad Rocky, lanzada por INIA Carillanca, que es una variedad de hábito invernal, de
baja altura, aunque más precoz que cualquiera de las variedades típicas de
invierno, ya que las primaveras en el sur son cada vez más secas y eso le da
una ventaja para aprovechar la humedad que va quedando en el suelo. Estos
trigos van a estar disponibles para los productores en el año 2016.
Durante la jornada, estuvieron
presentes el ingeniero agrónomo Mario Mellado, uno de los mejoradores más antiguos de INIA; Iván Matus, mejorador e
investigador de trigos de primavera; Caudio Jobet ingeniero agrónomo y
mejorador de INIA Carillanca, Christian Alfaro, ingeniero agrónomo y mejorador
de candeales, Ricardo Madariaga, ingeniero agrónomo y fitopatólogo. Los especialistas de INIA dieron a conocer
las características de las variedades presentes en la muestra, como las estaciones de respuesta de los
varietales a los distintos productos químicos; parcelas demostrativas de fecha
de siembra y parcelas de variedades de invierno y primavera, así como una
muestra de las variedades lanzadas por INIA en los últimos 50 años, que mostró la
forma en que se ha incrementado el potencial de rendimiento a través del
tiempo. "Si hoy día plantamos Llifén, el potencial de rendimiento será 50,
60; pero con Kipa, con Millán u otras variedades, estamos llegando a un
potencial de 100, 110 o 120, que es uno de los principales objetivos del
programa, subir el potencial productivo de los trigos; otro de los factores que
vamos manejando es la calidad, así como la sanidad, que el productor ojalá no
tenga la necesidad de utilizar ningún
producto químico en ninguna etapa del desarrollo del trigo; sabemos que los
patógenos cambian de una temporada a otra, pero en principio, cuando liberamos
una nueva variedad, está prácticamente está libre de enfermedades.