Luego que el Senado aprobara la
idea de legislar sobre la reforma al sistema binominal esta semana,
el proyecto
será ampliamente debatido en dicha instancia antes de ver la luz. Pese a que
hay sectores que ya anunciaron su voto de rechazo, y otros, que esperan se
introduzcan algunos cambios, lo cierto es que las próximas elecciones
parlamentarias se regirán por un nuevo sistema electoral, dada la mayoría que
tiene el conglomerado oficialista en ambas cámaras, y el acercamiento que ha
habido entre la DC y RN, además de los parlamentarios de Amplitud, para abordar
el tema.
La iniciativa que se está
discutiendo, si bien no satisface a todos, mejora considerablemente la
representatividad, dado que introduce un sistema proporcional moderado -similar
al ocupado en las elecciones de concejales y consejeros regionales-, que
permite competir a más de dos integrantes por pacto, como es en la actualidad.
También propone aumentar de 38 a
50 el número de senadores y de 120 a 155 el de diputados. Este punto ha
generado discordia, pues hay sectores de la Alianza que opinan que no es
necesario hacer crecer el Congreso. Es más, creen que es un gasto innecesario.
Para la elección de senadores,
cada región será una circunscripción (y dependiendo del número de electores se
elegirán dos, tres, cinco y siete senadores).
En el caso de Ñuble, que aspira a
ser región, durante la discusión del proyecto se definirá cuál será el
procedimiento, pues como la propuesta apunta a darle representatividad a las
zonas de acuerdo a su número de habitantes, la gran pregunta es si la nueva
unidad administrativa contará con nuevos legisladores o deberá “heredar”
algunos de la antigua Región del Bío Bío.
De acuerdo al proyecto actual, en
las elecciones del año 2017 se renovarán las circunscripciones de regiones
impares; mientras que en las regiones pares y Metropolitana, los senadores
elegidos en la elección pasada (2013) seguirán en ejercicio hasta completar su
período, renovándose completamente con los nuevos cupos el año 2021.
redistritaje
Para la Cámara de Diputados, el
proyecto establece que ésta sea integrada por 155 miembros, elegidos en 28
distritos plurinominales que eligen un número variable de 3 a 8 diputados, en
atención al número de electores.
De esta forma, el actual distrito
41 (cuya cabecera es Chillán) se unirá al 42 (San Carlos), formando el nuevo
distrito 19, con un potencial electoral de 436.880 votantes, pertenecientes a
la totalidad de la Provincia de Ñuble, y las comunas de Yumbel y Cabrero, que
forman parte de la Provincia de Bío Bío.
El cuadro regional se completa
con los nuevos distritos 20 (actuales 43, 44 y 45), y 21 (46 y 47), con 748.782
y 460.489 electores, respectivamente.
El proyecto propone que las
coaliciones puedan presentar como candidatos el número de diputados a elegir
más uno. Es decir, en el nuevo distrito 19, cada pacto podrá presentar seis
aspirantes, pues se elegirán cinco parlamentarios.
Según un documento elaborado por
el Observatorio Político Electoral (OBPE) de la Universidad Diego Portales, es
muy probable que el número de candidatos explote significativamente,
sobrepasando el promedio histórico de 415 candidatos a diputado y 93 al Senado,
lo que sumado a las elecciones de consejeros regionales e intendentes -si es
que estas últimas se realizan el 2017-, elevaría considerablemente el número de
postulantes para un solo proceso eleccionario, perjudicando principalmente al
votante menos informado, y aumentando considerablemente la cantidad de votos
nulos y blancos.
Según los académicos de la U.
Diego Portales, con una plantilla “amplia” por coalición, los partidos estarán
menos estresados para negociar, pero eso también supone la no realización de
elecciones primarias. Tendría que ser una coalición muy grande como para que
las primarias se transformen en un mecanismo de selección, existiendo tantos
cupos disponibles.
“Si el binominal bloqueaba la
competencia y reducía la oferta, el proyecto, tal como está, se pasa al otro
extremo”, sostiene el documento de los profesores de la UDP, Mauricio Morales,
Kevin Díaz y Alexis Marambio.
¿Cómo se eligen?
Si hasta ahora los diputados
electos eran aquellos que ocupaban el primer lugar de la lista más votada y el
segundo lugar de ésta en caso que la sumatoria de sus votos doblara a la que le
sigue, el nuevo sistema plantea un cambio importante: se establece una cifra
repartidora que le da determinado número de cargos a cada pacto de acuerdo al
total de votos obtenidos en su conjunto.
Un punto de conflicto durante el
trámite del proyecto en la Cámara de Diputados fue el hecho que la reforma
original del Ejecutivo permitía a dos o más partidos comprometer apoyos y
conformar pactos y subpactos dentro de una misma coalición, como ha ocurrido en
las anteriores elecciones de concejales y consejeros regionales. Sin embargo,
tras reparos de la Democracia Cristiana a la medida, el Gobierno accedió a
modificar este punto, hecho cuestionado por el PS y otras bancadas de la Nueva
Mayoría. De esta manera, la materia será tratada ahora, durante su segundo
trámite legislativo en el Senado, cuando la comisión de Constitución analice
uno a uno su articulado.
Otros temas que se discutirán son
el aumento en el número de senadores y diputados; la “sobre representación” en
la Región Metropolitana, donde se elegiran siete senadores y la mantención del
binominal en las regiones extremas, donde hay menos población.
Proyecciones
De acuerdo al documento elaborado
por la UDP, la reducción de 60 a 28 distritos supone unidades electorales más
grandes, salvo los dos distritos del extremo norte y del extremo sur.
Esto implicará que los candidatos
deban recorrer mayores distancias y, presumiblemente, incurran en un mayor
gasto en campaña.
Sin embargo, también permitirá a
los partidos “sectorizar” a sus candidatos.
Si se piensa en la realidad
local, lo más probable es que los postulantes sigan “representando” a los
antiguos distritos 41 y 42. Es decir, cada colectividad buscará a aspirantes
que recojan votos en determinados sectores, para potenciar a la lista,
abarcando de esta forma el territorio en su totalidad.
Políticos locales ya hablan de un
3-2 en favor de la Nueva Mayoría, de acuerdo a la votación obtenida en las
últimas elecciones de consejeros regionales, en las que de los seis cupos para
Ñuble, cuatro fueron para el oficialismo, y dos para la Alianza.
No es menor, en el caso del nuevo
distrito 19, la competencia que se generará desde el punto de vista territorial
-y también el apoyo, según el caso-, entre candidatos a diputados y a
consejeros regionales, ya que los primeros abarcarán casi el mismo territorio
(anexando las comunas de Yumbel y Cabrero), que los segundos.
Inclusión femenina y fin a los
aportes reservados
El proyecto que ahora será
analizado en las comisiones de Constitución y Hacienda del Senado, contempla,
además, normas para favorecer la inclusión de mujeres en política. Una de ellas
señala que de la totalidad de las candidaturas declaradas por los partidos
políticos “ni los candidatos hombres ni las candidatas mujeres podrán superar
el 60% del total de candidaturas”.
Sin embargo, algunos partidos
acusaron incompatibilidad entre este requisito y sus primarias internas, por lo
que quedó pendiente definir un mecanismo para que ambas situaciones sean
compatibles. En esta línea, el Gobierno se comprometió a elaborar una propuesta
en la materia, que debería ingresar como indicación en la discusión en
particular.
Se modifica también la Ley sobre
Transparencia, Límite y Control del Gasto Electoral, estableciendo la entrega
de un aporte fiscal de 500 UF al partido político por cada mujer que resulte
electa, y un reembolso adicional de gastos electorales a las candidatas a
diputadas o senadoras, equivalente a 0,0100 unidades de fomento por cada voto
obtenido.
En cuanto a los aportes de
campaña, se termina con los de carácter reservado y se establece que “los
aportes de campaña electoral serán públicos y se consignará la identidad del
aportante, salvo las excepciones que señale la ley”. Se establece que podrán
ser anónimos todos los aportes privados en dinero hasta 10 UF ($230.000
aproximadamente), pero el aportante puede pedir que se consigne su identidad y
el monto aportado.
La reforma considera una norma
que prohíbe los aportes de personas naturales extranjeras, salvo aquellos
habilitados para votar en Chile. También se prohíben los aportes de toda persona
jurídica, a excepción del Fisco.