El funeral del centenario
boticario de San Carlos, Remberto Fuentes Venegas, comenzó a las 4 de la tarde de
este miércoles, con una misa en el local de parroquia central.
El templo católico estaba lleno y
se pudo observar a muchos rostros de sancarlinos que viajaron desde distintas
ciudades especialmente para darle su último adiós a este centenario y destacado
vecino.
Tras el oficio religioso el
cortejo inició su recorrido por calle Serrano, siendo la Farmacia
"Saavedra" la primera en bajar su cortina, mientras la químico
farmacéutico, Patricia Saavedra junto a su hijo, despidieron con respeto a su destacado
colega.
En la esquina de Serrano con
Matta, todo el personal de la Farmacia "Cruz Verde", donde trabaja su
hijo, José Fuentes Baldecchi, esperó en silencio la pasada del féretro.
La silenciosa caravana siguió
hasta al norte y en calle independencia, donde está la residencia de la familia
Fuentes-Baldecchi, todos sus vecinos salieron de sus casas y locales
comerciales, para lanzarle pétalos de flores a féretro. Los mismos vecinos que
en junio pasado, le habían celebrado sus cien años.
De allí el cortejo enfiló hasta
el cementerio municipal de San Carlos donde más personas esperaban y la administración
del camposanto tenía todo dispuesto para la ceremonia final.
En el acceso principal sus familiares
comprobaron el aprecio de la comunidad y sus instituciones.
Allí fue despedido por el Club
“Caupolicán", su presidente Carlos Fuentes, tuvo emotivas palabras para
quien fuera un socio destacado. Su partido político, el PS, se hizo presente a
través de las palabras de Darío Quezada,
para resaltar su consecuencia y actuación en la sociedad local.
La comuna de San Carlos, donde
fue Alcalde e hijo ilustre, lo despidió a través de su Alcalde Hugo Gebrie.
Luego hablarían sus familiares,
una nieta, un sobrino, un bisnieto, su sobrino mayor, el abogado Raúl Fuentes
Sepúlveda que en emocionadas palabras se
refirió al valor de la familia, y finalmente, su hijo Néstor Fuentes Baldecchi,
hizo una semblanza de su padre, tanto en lo familiar como en lo social, destacando
sus amores rojo y azul, el rojo de su club “Caupolicán” y el azul de la “U”.
Finalmente el féretro, que era
cubierto con una bandera azul en recuerdo del Club “Universidad de Chile”, fue trasladado hasta la bóveda familiar,
donde antes fue sepultada su esposa, la alcaldesa Teresa Baldecchi y su hijo
Caco Fuentes para “descansar en su última morada”.