CDE se querelló contra alcalde de Chillán Viejo




Se busca imputar delitos de malversación de caudales públicos y fraude al fisco. La acción fue interpuesta por la abogada Mariella Dentone en representación del organismo.

El Consejo de Defensa del Estado (CDE) presentó en el Juzgado de Garantía de Chillán, una querella en contra del alcalde de Chillán Viejo y otros 3 funcionarios municipales por las presuntas irregularidades cometidas en la municipalidad de Chillán Viejo, y que fueron investigadas por la Contraloría General de la República.
"Los delitos que se están imputando son de malversación de caudales públicos y fraude al fisco", dijo la abogada del CDE, Mariella Dentone, quien agregó que "estimamos que existen antecedentes que permiten atribuirle responsabilidades penales al alcalde en estos hechos".
Dentone dijo creer que la investigación se va a extender por un tiempo largo, y finalizó diciendo que "es evidente que existe una lesión al patrimonio municipal".

Querella revela cómo habría operado supuesto fraude en Chillán Viejo
Ex funcionarios y proveedores coludidos.
El Tribunal de Garantía de Chillán acogió a trámite la querella presentada por el abogado Ricardo Robles,  en contra de nueve ex funcionarios de la Municipalidad de Chillán Viejo y cinco proveedores de servicios, por los delitos de fraude al Fisco, falsificación de instrumento privado y usurpación de nombre. 
La acción judicial fue interpuesta en representación de tres altos funcionarios que según un informe especial de Contraloría (marzo 2014) firmaron decretos de pago que contienen irregularidades financieras: Ulises Aedo, administrador municipal; Paola Araya, directora de Administración y Finanzas; y Gabriela Garrido, encargada de Control Interno. 
En la querella se individualiza al antropólogo Andrés León (PPD), ex jefe de Dideco (renunciado en marzo de 2013), como el presunto autor de recepciones de servicios falsas, y pagos dobles y triples a un mismo proveedor, pesquisados en decretos de pago generados por la Dideco “por medio de falsedades”. 
Según la parte acusadora, León, mientras fue director de Administración y Finanzas (s), habría utilizado  ese cargo para burlar los sistemas de control municipal. Además,  se afirma que (León) siendo “ITO de los contratos licitados por la Dideco tenía contacto directo con los proveedores de servicios, con los cuales se concertaba para realizar pagos irregulares y sin los cuales no se podrían haber consumado los delitos”. 
En específico, la querella acusa de eventual co autoría en fraudes reiterados al municipio, a los proveedores Jorge Ríos, represente legal de la empresa de buses Silvana Ríos, por sobrepagos concertados por $28 millones 830 mil, y $480 mil, y viajes no realizados y cancelados por $8 millones 440 mil; a la proveedora de alimentos Clara Cea, por sobrepago de $460 mil, a Cea ($21 millones) y Marta Mardones ($1 millón 765 mil) por alimentos y bebidas no recepcionados por los beneficiarios través de “recepciones falsas ideológicas”; a Banquetería Parra por pagos irregulares por $11 millones; y a Inés Veloso por certificación falsa de servicio prestado (camión pluma) por $6 millones 570 mil. 
A esto se suman recepciones de servicios con presuntas firmas falsas de los dirigentes de los clubes deportivos Los Colihues y Rucapequén, por  $10 millones 680 mil. 
“Mis clientes fueron engañados por León, dado que éste como ITO de los contratos licitados daba fe que se habían prestado los servicios o se habían recepcionado bienes por los beneficiarios, y con ello gestionaba los decretos de pago que eran firmados por mis representados. Se aprovechó de la buena fe implícita en un trabajo en equipo”, afirma Robles. 
El resto de los empleados municipales a los cuales en la querella se les sindica como presuntos facilitadores de los delitos son Susana Fonseca, Ignacio Moreno, Alonso González y Francisco Monroy, ex funcionarios de la oficina de Participación Ciudadana; Raquel Badillo, ex secretaria de Dideco y encargada de la unidad de compras en Chile Compras; Irma Godoy, actual funcionaria y encargada de adquisiciones en la unidad de Administración y Finanzas, quien  según la querella “tenía acceso al sistema informático de contabilidad para comprometer presupuestariamente los montos que se generaban en las órdenes de compras”; Elizabeth Riquelme, funcionaria, asistente social que prestó servicios en el “Programa de apoyo a las organizaciones (...) y orientación a vecinos”; y Valentina Navarrete, ex funcionaria que se desempeñó en el programa “Apoyo Administrativo en las iniciativas de los jóvenes de la comuna”. 
Pese a que la querella desliza responsabilidades, para el concejal Jorge del Pozo (PRSD) solo busca exculpar. “No hay que buscar los culpables en otros, cuando evidentemente la primera responsabilidad la tienen los directores y el alcalde Felipe Aylwin. La querella es una situación poco decorosa. Es un despropósito estar buscando responsabilidades en funcionarios de carrera. Creo que hay un poco de desesperación y estos directivos están tratando de exculparse. Me parece bochornoso de parte de ellos, aquí hay que tener un poco de dignidad y reconocer que tenían que vigilar y no hoy estar culpando a los que no tenían esa responsabilidad”, afirmó el edil.
Fuentes: soychile.cl y ladiscusion.cl

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