El futuro embalse no tendrá un
uso turístico, afirmaron desde el municipio, según información recabada en el
MOP.
Hoy no es posible encontrar un
empresario turístico en San Fabián que esté a favor del proyecto de embalse La
Punilla o de la futura central hidroeléctrica de pasada Hidroñuble, lo que no
debiera sorprender, pues a la luz de la información que se ha entregado sobre
ambas iniciativas, sus efectos pondrán fin al desarrollo turístico en dicha
comuna, pese a que éste es uno de los principales ejes de desarrollo de San
Fabián.
Es por ello que causa
desconcierto que desde el Ministerio de Obras Públicas -titular del proyecto La
Punilla- como desde la Junta de Vigilancia del río Ñuble -principal promotor y
directo beneficiario del embalse- se señale que el futuro lago artificial
tendrá un impacto positivo en el turismo.
Ello no sería efectivo, ya que la
topografía del lugar donde se embalsarán las aguas impide el desarrollo de
cualquier balneario o playa, pues se trata de una zona donde el río corre de
manera encajonada entre cerros. Por otra parte, la alta variabilidad de la
cota, en razón de la utilización de las aguas para riego y generación
eléctrica, impedirá definir una orilla utilizable. Respecto del uso del espejo
de agua para la práctica de deportes acuáticos o de navegación estará
prohibida, lo que limita aún más su explotación turística. Finalmente, la alternativa
del valor del paisaje de un lago también quedaría descartada, ya que solo se
destinarán tres hectáreas para uso turístico, lo que es mínimo.
Asimismo, aguas abajo, una de las
postales de San Fabián, como el rafting, tenderían a desaparecer con la
reducción del caudal del río Ñuble en el sector El Caracol, debido a la
operación de la central de pasada Ñuble, pero además, el principal atractivo de
la comuna, que es su patrimonio natural, promocionado por su escasa
intervención humana, desaparecerá con la construcción de estos dos proyectos.
Lago sin turistas
Lorena Jardúa, alcaldesa de San
Fabián de Alico, ha sido una opositora al megaproyecto, tal como lo hizo su
antecesor Cristian Fernández, llevando el problema incluso a instancias
judiciales, sin éxito.
“Estamos en contra de este
proyecto (Punilla). No nos gustan estos proyectos, porque no buscan nuestro
norte, que es el turismo. Vienen a perjudicar nuestras actividades propias”,
afirmó.
Consultada respecto del impacto
de La Punilla, sostuvo que “nosotros hemos recibido información de parte del
Ministerio de Obras Públicas, y nos plantearon que no se podrán hacer
actividades de ningún tipo en el lago que se forme con el embalse La Punilla.
Nos dijeron que no puede haber embarcaciones de ningún tipo en el lago, por lo
tanto, el desarrollo es menor desde el punto de vista turístico”.
En cuanto al aprovechamiento de
la ribera, Jardúa aseguró que “el proyecto dice solamente que van a haber tres
hectáreas, del proyecto completo que tiene miles en el lago, que van a estar
destinadas a algo turístico, lo que no es nada”.
Similar opinión expresó el jefe
de la Oficina municipal de gestión turística de Chillán, Raúl Godoy, quien
lleva años trabajando en red con los empresarios de San Fabián. “No veo ningún
beneficio para el turismo de la comuna con ese proyecto, pues el rafting
desaparecerá y la zona perderá su atractivo natural, será muy difícil empezar
de cero, y por otra parte, la información disponible sobre las características
del futuro lago no auguran ningún desarrollo turístico para la zona. Es
lamentable”, puntualizó el profesional.
Godoy afirmó, además, que si bien
se podrá argumentar que el mejoramiento de los caminos hacia la montaña podría
facilitar la llegada de visitantes, ese tema es responsabilidad del Estado y no
es necesario que se construya un embalse para que el Estado cumpla con su tarea
de mejorar los caminos”.
En tanto, el corredor de
propiedades agrícolas, José Errázuriz, admitió que no ha habido interés en
adquirir tierras adyacentes al futuro lago, puesto que no existe información
clara sobre la orilla de playa. “No hay predios en venta ni interesados en
comprar, además, esa zona no cuenta con redes de servicios como electricidad o
agua potable, lo que hace inviable un desarrollo inmobiliario orientado al
turismo, como parcelas de agrado, por ejemplo”.
Ignacio Chianale, representante
de la agrupación Ñuble Libre, que reúne a ONG’s y comités que buscan proteger
el río Ñuble de los proyectos que amenazan su ecosistema, advirtió que “toda el
área sur del embalse que va a generar La Punilla se planea, de acuerdo al
trabajo que se ha desarrollado en la zona con el taller del huemul, para
proteger la especie que existe en la cordillera, convertir en un área
protegida. De hecho, no se puede ni siquiera hacer un camino por esa zona”.
“Por ello -continuó-, la idea
lanzada, de que el embalse va a servir para el turismo de la comuna, es solo
una estrategia de marketing que no es real. Es falsa por muchas razones. Una de
ellas es que en general los embalses de riego y de generación eléctrica tienen
una cota de orilla que es muy móvil, que puede cambiar de un día para otro en
varios metros. Nadie puede establecer dónde va a quedar la orilla del lago, lo
que impide un real desarrollo de un lago de tipo turístico”.
El fin del turismo
El presidente de la Cámara de
Turismo de San Fabián, Wladimir Fuentes, quien es propietario del agrocamping
Don Ignacio, ubicado a metros de la ribera del río Ñuble, reconoció que desde
un principio ha sido opositor al proyecto La Punilla y a la central Ñuble, “y
por más que he intentado buscarle un aspecto positivo o una oportunidad para el
turismo, no he logrado hallarla. Llevo 12 años en esto, ya tengo un público y
sé que la mayoría se va a ir cuando se construya el embalse, no va a ser fácil
recuperarse. Hay muchos que vivimos de esto, somos una comuna turística, sin
embargo, en la resolución de calificación ambiental (RCA) del proyecto no está
considerada ninguna medida de mitigación en el ámbito turístico. Además, el
estudio de impacto ambiental es de 2004 (la RCA se obtuvo en 2010) y los datos
que se usaron ya no son los mismos, en esa época eran 50 los afectados, y ahora
son más de 300”.
En ese sentido, Ignacio Chianale
advirtió que “San Fabián es una comuna que ha crecido en torno al turismo, sin
embargo, los dos proyectos, La Punilla y la Central Ñuble, van a tener un
impacto tremendo en ese sentido. Daña la médula del turismo de la comuna. De
hecho, la central de pasada, que no es de pasada porque tiene un embalse en la
bocatoma, daña 20 kilómetros de río, al que van a dejar con un caudal ecológico
que es mínimo. En esa zona justamente es en donde están las cabañas y los
emprendimientos turísticos en la comuna y donde hoy se desarrollan actividades
como el rafting en el río Ñuble”.
El representante de los
empresarios del turismo planteó que ambos proyectos tendrán impactos muy
fuertes en el rubro, sin generar grandes beneficios. “Se perderán las playas
del río que la gente usaba para el baño en verano, el escaso caudal en la zona
entre El Caracol y San Fabián, debido a la central Ñuble, acabará con el
rafting, y la belleza escénica, dada por el entorno natural, que es nuestro
principal atractivo, se acabará. La gente viene a San Fabián precisamente a
buscar eso, ésa es nuestra principal fortaleza, pero la perderemos”, apuntó.
Manifestó, además, que hay muchas
interrogantes respecto del proyecto en sí, así como respecto del mejoramiento
de caminos, “pues habrá expropiaciones que aún no se informan, hay mucha
incertidumbre, se habla del ensanche de la vía en un tramo, pero no está claro
si será hasta el embalse mismo”.
Fuente:ladiscusion.cl
