Doris Osses deberá optimizar su
relación con los administrativos, según instrucciones emanadas desde
Concepción.
“Se le dijo a la delegada (Doris
Osses) que el ambiente laboral que hoy existe en la delegación provincial de
Ñuble tiene que cambiar. Claramente hay un ambiente laboral no muy propicio, no
muy grato. Tiene que ser cambiado al nuevo estilo y manera de hacer las cosas”,
lanza el arquitecto Eloy Grandón (cercano al PPD), director regional del Serviu
al analizar un fuerte quiebre entre algunos funcionarios y la delegada
provincial de ese organismo, Doris Osses.
Según Grandón, las diferencias
laborales entre la jefatura y un sector de los administrativos surgen de un
sumario que está en curso y próximo a finalizar.
“El mal ambiente está atravesado
fundamentalmente por el sumario que desarrolla la contraloría interna que da
cuenta de algunas irregularidades de una funcionaria (jefa del departamento técnico),
no de la delegada. Esto, atraviesa a todo el ambiente. Eso como primera cosa.
Segundo, las orientaciones de la antigua dirección (regional) eran distintas a
las orientaciones que le hemos señalado a la delegada en esta nueva
administración, por lo tanto, yo lo remitiría a estilos distintos”, argumenta
Grandón.
Al sumario en curso se suman
otros episodios que han friccionado las relaciones entre Osses y un grupo de
empleados públicos. El más recordado es la supuesta agresión que el asistente
social Alan San Martín habría propinado a Osses a fines de noviembre de 2013,
en los accesos de la repartición pública.
En medio de movilizaciones
nacionales, los funcionarios impidieron el ingreso al edificio del Serviu a un
grupo de estudiantes de educación superior, generándose un choque verbal entre
San Martín y Osses, el cual habría derivado en una agresión física a la
delegada. El tema concluyó con declaraciones ante la PDI.
Osses obtuvo el cargo en 2010
tras ser seleccionada a través de un concurso de Alta Dirección Pública (ADP)
cuyo contrato expira en septiembre próximo.
“Mientras ella haga la ‘pega’, no
hay ningún problema, toda vez que el tercer nivel jerárquico la mantendría en
su cargo hasta que expire el contrato, por lo tanto, ella lo que tiene que
hacer es que el trabajo que ha realizado desde que ganó el concurso, tiene que
seguir manteniéndolo y profundizando en las líneas que este director y la
actual administración le indiquen”, precisa el director regional del Serviu.
Ante las declaraciones realizadas
por timoneles comunales de partidos de la Nueva Mayoría que públicamente han
promocionado a sus colectividades para que un integrante de sus filas se haga
cargo de la delegación provincial, Grandón es categórico: “Una cosa son los
partidos políticos y otra es la administración pública que se maneja con
estatutos, concursos. Ella se ganó su legítimo derecho a estar en el cargo
desde hace un tiempo. Otra cosa es que los partidos (de la Nueva Mayoría) no
cuenten con la confianza de ella. Ese es un tema que está fuera del alcance de
este director. Lo que le puedo confirmar es que ella tiene con propiedad el
cargo hasta septiembre. Lo que se le ha pedido es que cumpla la labor para la
cual fue elegida y ganó el concurso. Ahora, lo que también se le dijo es que el
ambiente laboral que hoy existe en la delegación provincial tiene que cambiar”,
subraya Grandón.
Defiende su permanencia
La aludida delegada provincial
toma distancia de las críticas y argumenta que algunas desvinculaciones de
funcionarios gatillaron el quiebre.
No obstante, afirma que un mes
antes de que “salieran los comentarios del supuesto mal ambiente laboral, me
habían informado que el clima era el mejor que existía en la delegación.
Entonces, es contradictorio. Vengo del mundo privado. Llevo muchos años
trabajando, el servicio público es así, y hay que tomarlo como viene no más”,
comenta Osses.
“Voy a dar todo para seguir con
las políticas actuales, voy a ser capaz de llevar las políticas del Gobierno,
tal cual lo hice en la administración anterior. Accedí al cargo a través de un
concurso profesional, jamás han primado los intereses políticos en mi caso. Yo
solo gané un concurso, pasé todos los exámenes (...) es justo conservar el
contrato hasta cuando estuviera el plazo acotado, una vez que esté el plazo, me
voy, no hay problema en ese sentido. Mi cargo no es de confianza, es de
concurso público y eso todos lo saben”, defiende Osses