Una jornada de ocho horas diarias
por 18 días para optar a uno de descanso, sistema de turnos que rige en la
cárcel de Chillán para los gendarmes que hacen guardia en el perímetro, denunció
la Asociación de Gendarmes de Chile.
Según la organización, este
panorama se repite en todas las cárceles del país con un mínimo de 12 días para
optar a uno libre.
El presidente nacional de los
gendarmes, Oscar Ulloa, dijo que es imposible desarrollar un buen trabajo con
un sistema que definió como explotador. “Al décimo día ya nadie trabaja como
corresponde”, insistió.
Aún más, el dirigente de los
gendarmes relacionó este sistema con los 40 intentos de suicidio y 30 que
cumplieron con su objetivo el año pasado.
El sistema afecta principalmente
a los gendarmes nuevos, que son los que llegan a realizar como primera labor la
guardia en las cárceles.
La Asociación aseguró que las
autoridades hacen oídos sordos frente a la que consideran, explotación laboral.