Proyectos energéticos en Ñuble enfrentan complejo panorama

alt Central termoeléctrica Octopus, en Bulnes, es rechazada por el municipio y los agricultores, y se prevé una larga tramitación ambiental.
Actualmente existen diez proyectos energéticos en la Provincia de Ñuble, de los cuales seis ya se encuentran en ejecución y uno está en evaluación ambiental, sin embargo, en el caso de los tres restantes, que son precisamente los más grandes, existen dudas sobre su concreción, principalmente, debido a la resistencia de algunos grupos.
La suma de estos diez proyectos permitirá aportar la no despreciable cifra de 1.492 MW de potencia de generación eléctrica al Sistema Interconectado Central, lo que equivale a tres veces la capacidad de la central Pangue, en el Alto Bío Bío.
Esta cifra es destacada por el seremi de Energía, Rodrigo Torres, puesto que según afirma, es una de las consecuencias de los incentivos a la inversión que contiene la Estrategia Nacional de Energía definida por la administración Piñera el año pasado.
Como se sabe, el desarrollo de proyectos energéticos se vio fuertemente disminuido en los últimos años, debido en buena medida a falencias de la legislación que no aportaban seguridad para los inversionistas, lo que ha derivado en la actual situación, caracterizada por un fuerte incremento de la demanda por electricidad que según proyecciones, no podrá ser satisfecha en el mediano plazo con los proyectos en carpeta y en operación.
Esto ha llevado a un aumento sustantivo en el costo de la energía, factor que ha perjudicado principalmente a las empresas, que son las mayores consumidoras del país, elevando su estructura de costos y, en consecuencia, ha mermado su competitividad en el mercado exportador.
ERNC
Torres subrayó la importancia de las energías renovables no convencionales (ERNC), como las minicentrales hidroeléctricas, que en el caso de Ñuble se ejecutarán principalmente en la cuenca del río Itata, puesto que el desarrollo de estas fuentes energéticas es uno de los objetivos de la mencionada estrategia. En Chile, apenas el 3% de la matriz energética corresponde a ERNC.
De los 1.492 MW que aportarán los proyectos en Ñuble, 122,58 MW corresponden a 7 proyectos de ERNC, vale decir, a cinco minicentrales hidroeléctricas y a dos centrales que operarán con biomasa forestal.
Torres explicó que buena parte de la mencionada estrategia se basa en la incorporación de incentivos a la generación y a la transmisión.
Proyectos en duda
Pero además, existen tres proyectos clave, por su envergadura, que se han visto enfrentados a cuestionamientos por parte de la comunidad y a dudas respecto de su concreción. Se trata de la central termoeléctrica a gas natural Octopus, en Bulnes; y las centrales hidroeléctricas Ñuble y La Punilla, en San Fabián.
Mientras en Bulnes las autoridades locales, los empresarios agrícolas y los vecinos han manifestado su rechazo a la instalación de una termoeléctrica, por sus eventuales impactos ambientales, el seremi de Energía manifestó que se deben respetar las instancias legales, como la evaluación de impacto ambiental, que contempla una etapa de participación ciudadana, donde los críticos del proyecto podrán exponer sus observaciones, lo que augura una larga tramitación ambiental.
En San Fabián, en tanto, existe una oposición por parte de comunidades y grupos ambientalistas a la construcción de la central Ñuble y al embalse Punilla, ambos en la cuenca del río Ñuble. Sin embargo, en el caso de la primera, los intentos legales por frenar su ejecución no lograron su objetivo en los tribunales.
Pese a contar con sus respectivos estudios ambientales aprobados por la autoridad, los dos proyectos hidroeléctricos se encuentran congelados y sólo en el caso de Punilla se vislumbra una fecha de inicio de obras.
Cuenca del río Itata
Existen cinco proyectos de minicentrales hidroeléctricas de pasada, de las cuales cuatro están en ejecución (Itata, Trilaleo 2, Trilaleo 3 y Molinos de Agua) y uno en evaluación ambiental (El Pinar), las que debieran entrar en operación entre 2013 y 2014. En conjunto, suman un potencial de generación de 55,58 MW, cifra que si bien es pequeña en comparación con las megacentrales, representa un gran avance en cuanto al desarrollo de las energías renovables no convencionales.
Según el seremi, Rodrigo Torres, la cuenca cuenta con el caudal y pendiente que hace viable este tipo de proyectos.
En cuanto a su impacto ambiental, Torres precisó que todo proyecto hidroeléctrico de pasada debe mantener un caudal ecológico que es definido por el organismo estatal correspondiente y que toda el agua es utilizada bajo la modalidad no consuntiva, es decir, el agua utilizada para generación se devuelve en la misma cantidad y calidad al curso de la que fue tomada.
Proyecto hidroeléctrico
La empresa Enerplus, filial de CGE, cuenta con su estudio de impacto ambiental aprobado desde agosto de 2007, sin embargo, aún no se inicia su construcción. Se trata de una central de pasada que estará ubicada en el río Ñuble, es decir, no generará un embalse. Tendrá una potencia instalada de generación de 136 MW y se calcula que requerirá una inversión aproximada de 200 millones de dólares.
Luego de enfrentar la oposición de los vecinos y de grupos ambientalistas, e incluso, del propio alcalde de San Fabián de aquel entonces, lo que se tradujo en trabas legales que finalmente fueron sorteadas con éxito, se preveía que la central comenzaría a construirse en 2013, sin embargo, CGE anunció en diciembre de 2012 que venderá su filial Enerplus, proceso que aún no se concreta, lo que mantiene congelado el proyecto.
Embalse en el río Ñuble
Es una iniciativa de larga data, ideada con el objetivo principal de asegurar el riego a los regantes de la cuenca del Ñuble, sin embargo, ha sido postergado en innumerables ocasiones durante décadas.
En los últimos años, sin embargo, se dieron pasos significativos para su concreción y se incorporó la generación energética como negocio complementario del embalse. Su estudio de impacto ambiental fue aprobado en 2010 y su capacidad de generación será de 94MW.
El titular del proyecto es el MOP, pero también se considera la incorporación de capital privado en su ejecución y operación, a través de la Ley de Concesiones. De hecho, este fue uno de los temas cuya discusión dilató la decisión sobre la ejecución del proyecto.
Mega central termoeléctrica a gas natural
Fue anunciada con bombos y platillos en septiembre del año pasado, y por su envergadura fue bienvenida por las autoridades, ya que representará una inversión de 1.300 millones de dólares y su capacidad de generación alcanzará los 1.140 MW, convirtiéndose en el mayor proyecto energético de la Región y en la mayor termoeléctrica del país. De cumplirse con los plazos previstos, debiera comenzar a operar en 2017.
El proyecto será desarrollado por un consorcio chileno-estadounidense conformado por las empresas (Australis Power, Cheniere Energy, Andes Minergy y Gasoducto Innergy) y también considera la construcción de un terminal regasificador en la bahía de Concepción, donde se recibirá el gas natural licuado importado, y desde ahí se inyectará al Gasoducto del Pacífico, por lo que esta iniciativa también permitirá factibilizar la venta de gas natural en la Región del Bío Bío, con seguridad de suministro.
Si bien aún no se presenta el estudio de impacto ambiental respectivo, ya comenzaron a surgir las voces críticas, encabezadas por el alcalde de Bulnes, quien junto a concejales, vecinos, empresas y agricultores de la zona adelantaron que se opondrán a la construcción de la central, debido al eventual impacto ambiental que tendrá su operación, tanto en la disponibilidad de agua como en el emisión de contaminantes a la atmósfera.
Dos proyectos
La generación energética cuya fuente es la biomasa forestal es considerada una energía renovable no convencional.
La empresa Orafti Chile, ubicada en Pemuco, cuyo giro es la producción y exportación de inulina, optó por cambiar sus calderas de generación que operan con diésel, por una caldera de co-combustión que operará con biomasa forestal. Se trata de un proyecto cuya declaración de impacto ambiental fue aprobada en febrero de 2013 y representa una inversión de 25 millones de dólares, y permitirá generar vapor con una capacidad calórica de 60 MW, para consumo interno. Se prevé su entrada en funcionamiento en agosto de 2014.
Por otra parte, en Coelemu, la empresa Energía León, vinculada a Forestal León, está ejecutando la construcción de la central de cogeneración a partir de biomasa forestal, proyecto que obtuvo su aprobación ambiental en noviembre de 2012 y se encuentra en ejecución. Se prevé su puesta en operación para septiembre de este año.
Se trata de una inversión de 15 millones de dólares que permitirá contar con una capacidad de generación de 7 MW, los que serán utilizados por la mencionada forestal e inyectados al SIC. La iniciativa destaca porque aprovecha los desechos forestales de la empresa.
Fuente: La Discusión

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente

World News

نموذج الاتصال