Escasea mano de obra en la frambuesa a pesar de lograr interesantes precios
bySan Carlos On Line-
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Robinson Peña,
líder mundial de producción orgánica, asegura desde Coihueco que es una año “de
vacas gordas”. En sus predios tiene 600 cosecheros y afirma que está perdiendo
fruta. Hablar de cesantía en estos momentos en Ñuble es una exageración,
porque las cosechas de berries, que demandan alta cantidad de mano de obra,
difícilmente encuentran el personal requerido para las faenas. Por estos días se
pierde fruta en el caso de las frambuesas, como comentó Robinson Peña, el joven
empresario de Coihueco que es reconocido mundialmente por ser el más grande del
mundo en producción orgánica.
Se pudo ver el funcionamiento de su planta de
congelados y sus campos de frambuesas, donde trabajan 600 cosecheros, más el
personal de los procesos industriales. Su esposa Adriana se ocupa de la
contratación de mano de obra para los tres predios, en que cultivan 250
hectáreas de frambuesas, lo que complementan con arándanos y frutillas, lo que
les permite ofrecer trabajo desde octubre a abril. La tarea de conseguir
personal no es simple. Para este predio de Coihueco se ocupa mano de obra casi
de toda la provincia. Hay gente de Ninhue, de El Carmen y otras comunas de
Ñuble. Para las contrataciones suelen contactarse con organizaciones como Juntas
de Vecinos y se contratan transportistas para el traslado. En el predio los
transportistas de temporeros no sólo usan buses, también hay muchos furgones y
van, para que lleven grupos pequeños a los predios. Los vehículos los ocupan
sólo en este cometido y se quedan en los campos esperando el fin de
faena. Robinson Peña comenta que este año es muy bueno para las frambuesas,
aunque como un productor con 20 años en el negocio y que comenzó de la nada,
sabe que en este tipo de fruticultura lo que importa son los promedios. “Se
podría decir que este es una año de vacas gordas, pero esto significa que hay
que guardar para los años de vacas flacas. Lo bueno de estos años es que se
puede pagar mejor a los recolectores. Yo soy de origen humilde, no heredé nada
de esto y me produce satisfacción poder dar más beneficio a la gente. Si el
negocio lo permite hay que mejorar las condiciones laborales y la torta se debe
repartir en forma justa”, revela. En este momento en el predio están pagando
$800 por la bandeja de frambuesas, lo que tiene muy entusiasmadas a dos señoras
de mediana edad, que comentan que hay harta fruta y que se pueden hacer unas 15
bandejas. El empresario señala que se puede hablar de un promedio de 20 bandejas
diarias por persona y hay cosecheros excepcionales que logran 40 bandejas. Lo
que busca este matrimonio de empresarios es fidelizar la relación con sus
trabajadores para hacerla sustentable en el tiempo. Por ello se preocupan en
detalles, como una movilización cómoda y en el hecho de que “cuando termina la
faena diaria, atenderlos con un buen sandwich y una bebida, son cosas que la
gente aprecia mucho”, revela Peña. Para competir con la demanda de mano de
obra, señalan que hay que manejarse estratégicamente con los variables precios y
estímulos y que la falta de trabajadores es un problema creciente. En cuanto
a las leyes laborales, señalan que han visto con agrado una flexibilización en
las inspecciones que se realizan, aunque las reglas son claras y se deben
cumplir. Debido a la falta de mano de obra, ya han decidido mecanizar algunos
manejos, como es el caso de las podas. “Podo a piso todos los años y me ha dado
buenos resultados”, precisó. Fuente: La Discusión