El principal atractivo de este producto deriva de los colores y aromas intensos dados por las mezclas entre la sal de mar y los condimentos.
El terremoto de 2010 destruyó toda su casa y, con ella, la estabilidad económica y familiar de María Suazo. Sin embargo, ello no aportilló sus ganas de volver a empezar desde los cimientos, esta vez, con una innovadora idea que surgió entre sueños y que hoy, a dos años de haber iniciado, ha sido comercializado en distintas ciudades del país.
Se trata de una atractiva sal gourmet con sabores y aromas aportados por diversos condimentos, hierbas, verduras y frutos frescos, una iniciativa pionera y que, de a poco, está ingresando al cada vez más apetecido mercado de la alta cocina natural.
Trayectoria y logros
Según comenta la iniciadora de la sal gourmet Tía Jo, María Suazo, después de la traumática situación vivida en febrero de 2010 y todo lo que significó en términos económicos, “un día amanecí con la palabra sal en mi mente y empecé a buscar algo qué hacer con la sal (...) busqué todos los aliños que tenía en mi cocina y los empecé a mezclar. Pensaba que la sal era fome y que debía tener colores, sabores y aromas”, relató María Suazo.
Fue así como, tras presentar su proyecto en Innova Bío Bío -sin muchas expectativas de ganar, según confiesa- Suazo se hizo acreedora de tres millones de pesos a través del Capital Semilla Uno, beneficio que le dio la opción de comenzar su negocio en forma concreta.
Sin gran conocimiento del área, la emprendedora recibió la ayuda de la incubadora Creando de la Universidad del Bío- Bío, gracias a la cual, obtuvo la orientación necesaria para la adquisición del material que le ayudaría a empezar formalmente su empresa.
Con la asesoría y los recursos, “pude comprar un computador, contraté Internet para tener publicidad y hacer contactos y adquirí las máquinas, una moledora y una picadora. Con ellas pude ir creando más sabores y perfeccionando los colores”, agregó.
Luego de hacerse conocida entre los productores locales de alimentos gourmet y empezar a comercializar en los negocios ligados a este rubro, la sal Tía Jo comenzó a validarse en algunas de las ferias gourmet realizadas en la región, donde generó contactos para salir de la zona y forjó vitrinas en otras ciudades, necesidad que surge debido al pequeño mercado local que existe en este ámbito.
En sus palabras, “se me han dado varias oportunidades en ferias de Santiago, donde se invita sólo a productores gourmet. Ahí aprendí a vender y fui a adquiriendo conocimientos de otros vendedores sobre cómo potenciar la presentación de mis productos”.
Hoy en día, Suazo comercializa más de 20 variedades de sal de mar con sabores -albahaca, laurel, apio, naranja, cebolla, ciboulette, arándanos- principalmente en Santiago (Emporio Las Lilas y Delikosistas) y Chillán (Emporio Gourmet Chillán y Bio Gourmet), con ventas a ciudades como Arica y Cañete.
Las propiedades naturales y la buena calidad de la sal de mar con que Suazo trabaja -proveniente de la localidad de Pichilemu- es favorecido por personas y, en el exterior, por países que hoy privilegian la alimentación saludable.
Sin ir más lejos, hace algunos días, el producto fue destacado al ser escogido por la empresa Likko para llenar una canasta con selectos productos gourmet de la región, la que recorrerá distintos países con destino final en China, donde los alimentos tendrán la posibilidad de ser comercializados. Un logro que la emprendedora agradece, “esperando que todo aquello resulte bien”.
Actualmente, la necesidad de esta emprendedora pasa por potenciar la venta y publicidad de sus productos en nuevos locales, para lo cual pretende ampliar su maquinaria de procesos, que hoy le permite generar en forma holgada sobre diez kilos/día de sus productos. “Ahora necesito tener un capital más estable, comprar otra máquina, tener en Santiago un local más concreto y, en el corto plazo, contratar una persona que pueda ayudarme con las ventas que cada día se hacen más pesadas”.
El terremoto de 2010 destruyó toda su casa y, con ella, la estabilidad económica y familiar de María Suazo. Sin embargo, ello no aportilló sus ganas de volver a empezar desde los cimientos, esta vez, con una innovadora idea que surgió entre sueños y que hoy, a dos años de haber iniciado, ha sido comercializado en distintas ciudades del país.
Se trata de una atractiva sal gourmet con sabores y aromas aportados por diversos condimentos, hierbas, verduras y frutos frescos, una iniciativa pionera y que, de a poco, está ingresando al cada vez más apetecido mercado de la alta cocina natural.
Trayectoria y logros
Según comenta la iniciadora de la sal gourmet Tía Jo, María Suazo, después de la traumática situación vivida en febrero de 2010 y todo lo que significó en términos económicos, “un día amanecí con la palabra sal en mi mente y empecé a buscar algo qué hacer con la sal (...) busqué todos los aliños que tenía en mi cocina y los empecé a mezclar. Pensaba que la sal era fome y que debía tener colores, sabores y aromas”, relató María Suazo.
Fue así como, tras presentar su proyecto en Innova Bío Bío -sin muchas expectativas de ganar, según confiesa- Suazo se hizo acreedora de tres millones de pesos a través del Capital Semilla Uno, beneficio que le dio la opción de comenzar su negocio en forma concreta.
Sin gran conocimiento del área, la emprendedora recibió la ayuda de la incubadora Creando de la Universidad del Bío- Bío, gracias a la cual, obtuvo la orientación necesaria para la adquisición del material que le ayudaría a empezar formalmente su empresa.
Con la asesoría y los recursos, “pude comprar un computador, contraté Internet para tener publicidad y hacer contactos y adquirí las máquinas, una moledora y una picadora. Con ellas pude ir creando más sabores y perfeccionando los colores”, agregó.
Luego de hacerse conocida entre los productores locales de alimentos gourmet y empezar a comercializar en los negocios ligados a este rubro, la sal Tía Jo comenzó a validarse en algunas de las ferias gourmet realizadas en la región, donde generó contactos para salir de la zona y forjó vitrinas en otras ciudades, necesidad que surge debido al pequeño mercado local que existe en este ámbito.
En sus palabras, “se me han dado varias oportunidades en ferias de Santiago, donde se invita sólo a productores gourmet. Ahí aprendí a vender y fui a adquiriendo conocimientos de otros vendedores sobre cómo potenciar la presentación de mis productos”.
Hoy en día, Suazo comercializa más de 20 variedades de sal de mar con sabores -albahaca, laurel, apio, naranja, cebolla, ciboulette, arándanos- principalmente en Santiago (Emporio Las Lilas y Delikosistas) y Chillán (Emporio Gourmet Chillán y Bio Gourmet), con ventas a ciudades como Arica y Cañete.
Las propiedades naturales y la buena calidad de la sal de mar con que Suazo trabaja -proveniente de la localidad de Pichilemu- es favorecido por personas y, en el exterior, por países que hoy privilegian la alimentación saludable.
Sin ir más lejos, hace algunos días, el producto fue destacado al ser escogido por la empresa Likko para llenar una canasta con selectos productos gourmet de la región, la que recorrerá distintos países con destino final en China, donde los alimentos tendrán la posibilidad de ser comercializados. Un logro que la emprendedora agradece, “esperando que todo aquello resulte bien”.
Actualmente, la necesidad de esta emprendedora pasa por potenciar la venta y publicidad de sus productos en nuevos locales, para lo cual pretende ampliar su maquinaria de procesos, que hoy le permite generar en forma holgada sobre diez kilos/día de sus productos. “Ahora necesito tener un capital más estable, comprar otra máquina, tener en Santiago un local más concreto y, en el corto plazo, contratar una persona que pueda ayudarme con las ventas que cada día se hacen más pesadas”.