El panorama se torna cada vez menos auspicioso para los productores de maíz que esperan una nueva salvaguardia antes de marzo.
Las proyecciones de los productores de maíz en este momento no son las mejores, tanto por la escasez de agua, que es cada vez más profunda, como por la salvaguardia al maíz argentino que se levantó recientemente, permitiendo otra vez la entrada del cereal que les causa tantos dolores de cabeza.
Según detalló el agricultor Alfredo Schmidt, este problema se suma a la sequía que azota los campos del norte de la Provincia de Ñuble, dado que éste es un cultivo que requiere grandes cantidades de agua, especialmente durante el verano.
"El problema que hemos tenido con el maíz argentino es muy antiguo y nunca se han tomado medidas definitivas. Después de un largo tiempo obtuvimos la salvaguardia, pero se acabó antes de lo que esperábamos", dijo Schmidt.
Sin embargo, aún quedan alrededor de 5 meses para que empiecen las cosechas, por lo que los productores aseguraron estar confiados en que se dictará una nueva salvaguardia.
Primeras consecuencias
Con el levantamiento de la salvaguardia, el primer efecto sobre el maíz nacional fue la disminución del precio, ya que el cereal argentino es cerca de un 20% menor.
Por ahora, el tema no parece tan grave, porque el maíz de este año ya se vendió por completo, pero si el precio se mantiene bajo habrá resultados catastróficos.
Es lo que dijeron los agricultores, fundamentando las enormes cantidades de agua que se requieren para mantener la siembra en buenas condiciones hasta marzo, tarea que es mucho más ardua para aquellos que no están sujetos a la Ley de Riego y no reciben subvenciones que ayuden a su inversión.
Medidas
El mayor alarde en torno al levantamiento de la salvaguardia surgió desde los agricultores de la Región del Maule, donde la sequía también es crítica.
No obstante, los remezones y cuestionamientos se apoderaron rápidamente de sus símiles en el Biobío, donde los alegatos se dirigieron hacia las autoridades para apurar la implementación de la salvaguardia que finalmente no tuvo los resultados que se esperaban.
Mauricio Cares, productor de maíz, reflexionó diciendo que: "se trató de una medida absurda porque finalmente la salvaguardia duró el tiempo en que menos la necesitábamos".
Con un sentimiento similar al anterior, algunas organizaciones de agricultores se formularon la posibilidad de emprender acciones de presión hasta conseguir, nuevamente, que la salvaguardia se retome.
Por su lado, la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) también entró en el debate, apoyando las solicitudes.
Según la visión del gerente de estudios de la SNA, Juan Pablo Matte, "hoy el precio internacional llevado a precio de mercado interno es de $152. Con la caída de las salvaguardias se estima que podría bajar a $130, porque tienen el sustituto del maíz partido y las mezclas que vienen con dumping desde Argentina".
Amenazas del maíz
Las consecuencias de la importación de maíz desde el otro lado de la cordillera tienen alcances tanto económicos como sociales.
En este caso, el económico es el más evidente: el dumping es una práctica que permite a los países importar sus productos a un precio más bajo que el que tienen en sus lugares de origen.
Es bajo este concepto que se justifican las diferencias de precios que hay entre ambos productos, frente a lo cual los agricultores locales no pueden competir.
En este sentido, Mauricio Cares recalcó que "la entrada de este producto nos ha afectado enormemente porque, siguiendo la ley de la oferta y la demanda, los compradores siempre van a preferir lo más barato, sin darle importancia a la calidad del producto, que es nuestra principal fortaleza en esta materia".
Desde el punto de vista social, la internación de maíz partido proveniente de Argentina adquiere otros ribetes: producto de los bajos resultados de la siembra de maíz, algunos agricultores han determinado dejar de sembrarlo, reduciendo la cantidad del grano nacional producido.
"El hecho no suena tan importante, pero en época de crisis es cuando todos recuerdan la importancia de la producción local", recalcó Cares.
Las proyecciones de los productores de maíz en este momento no son las mejores, tanto por la escasez de agua, que es cada vez más profunda, como por la salvaguardia al maíz argentino que se levantó recientemente, permitiendo otra vez la entrada del cereal que les causa tantos dolores de cabeza.
Según detalló el agricultor Alfredo Schmidt, este problema se suma a la sequía que azota los campos del norte de la Provincia de Ñuble, dado que éste es un cultivo que requiere grandes cantidades de agua, especialmente durante el verano.
"El problema que hemos tenido con el maíz argentino es muy antiguo y nunca se han tomado medidas definitivas. Después de un largo tiempo obtuvimos la salvaguardia, pero se acabó antes de lo que esperábamos", dijo Schmidt.
Sin embargo, aún quedan alrededor de 5 meses para que empiecen las cosechas, por lo que los productores aseguraron estar confiados en que se dictará una nueva salvaguardia.
Primeras consecuencias
Con el levantamiento de la salvaguardia, el primer efecto sobre el maíz nacional fue la disminución del precio, ya que el cereal argentino es cerca de un 20% menor.
Por ahora, el tema no parece tan grave, porque el maíz de este año ya se vendió por completo, pero si el precio se mantiene bajo habrá resultados catastróficos.
Es lo que dijeron los agricultores, fundamentando las enormes cantidades de agua que se requieren para mantener la siembra en buenas condiciones hasta marzo, tarea que es mucho más ardua para aquellos que no están sujetos a la Ley de Riego y no reciben subvenciones que ayuden a su inversión.
Medidas
El mayor alarde en torno al levantamiento de la salvaguardia surgió desde los agricultores de la Región del Maule, donde la sequía también es crítica.
No obstante, los remezones y cuestionamientos se apoderaron rápidamente de sus símiles en el Biobío, donde los alegatos se dirigieron hacia las autoridades para apurar la implementación de la salvaguardia que finalmente no tuvo los resultados que se esperaban.
Mauricio Cares, productor de maíz, reflexionó diciendo que: "se trató de una medida absurda porque finalmente la salvaguardia duró el tiempo en que menos la necesitábamos".
Con un sentimiento similar al anterior, algunas organizaciones de agricultores se formularon la posibilidad de emprender acciones de presión hasta conseguir, nuevamente, que la salvaguardia se retome.
Por su lado, la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) también entró en el debate, apoyando las solicitudes.
Según la visión del gerente de estudios de la SNA, Juan Pablo Matte, "hoy el precio internacional llevado a precio de mercado interno es de $152. Con la caída de las salvaguardias se estima que podría bajar a $130, porque tienen el sustituto del maíz partido y las mezclas que vienen con dumping desde Argentina".
Amenazas del maíz
Las consecuencias de la importación de maíz desde el otro lado de la cordillera tienen alcances tanto económicos como sociales.
En este caso, el económico es el más evidente: el dumping es una práctica que permite a los países importar sus productos a un precio más bajo que el que tienen en sus lugares de origen.
Es bajo este concepto que se justifican las diferencias de precios que hay entre ambos productos, frente a lo cual los agricultores locales no pueden competir.
En este sentido, Mauricio Cares recalcó que "la entrada de este producto nos ha afectado enormemente porque, siguiendo la ley de la oferta y la demanda, los compradores siempre van a preferir lo más barato, sin darle importancia a la calidad del producto, que es nuestra principal fortaleza en esta materia".
Desde el punto de vista social, la internación de maíz partido proveniente de Argentina adquiere otros ribetes: producto de los bajos resultados de la siembra de maíz, algunos agricultores han determinado dejar de sembrarlo, reduciendo la cantidad del grano nacional producido.
"El hecho no suena tan importante, pero en época de crisis es cuando todos recuerdan la importancia de la producción local", recalcó Cares.