Un momento histórico para la música nacional se vivió la noche del sábado en la capital mexicana: Los Ángeles Negros, emblemática agrupación romántica con más de 44 años de trayectoria, invitó a Los Bunkers, el grupo de rock más influyente de actual escena nacional, a un concierto en la Plaza de la Constitución de la capital del país azteca, a un evento gratuito llamado “Mujer, amor y canción”.
El lugar escogido por Los Ángeles Negros para el show es una explanada de más de 40 mil metros cuadrados que se ubica en el corazón del Distrito Federal. Allí, dos días antes, se presentó el ex Beatle Paul McCartney.
A las 18 horas comenzó el espectáculo organizado por el romántico grupo nacional liderado por el sancarlino Mario Gutiérrez, guitarrista y fundador. La actuación de Los Helders, Los Rebeldes del Rock y el Mariachi Gama Mil marcaron la primera hora del espectáculo que, pese a la lluvia, congregó a más de 20 mil personas.
Posteriormente, llegó el momento de Los Ángeles Negros. La agrupación interpretó temas clásicos de su repertorio como “Déjenme si estoy llorando”, “A tu recuerdo”, “Murió la flor” y “Esta noche la paso contigo”.
Tras un homenaje a José Alfredo Jiménez, donde se le entregó un reconocimiento al hijo del extinto compositor, Mario Gutiérrez invitó al escenario a Álvaro y Francisco de Los Bunkers. Ambos interpretaron “Debut y despedida” y “Tú y tu mirar”.
Pese a que Los Bunkers actualmente están en proceso de producción de su nuevo disco, la invitación de Los Ángeles Negros motivó a que interrumpieran su trabajo creativo por el “respeto y admiración”, según dijeron, que les provoca la trayectoria y calidad de Los Ángeles Negros.
El fin del show fue al ritmo de “Y volveré”, el clásico tema que ha llevado a la agrupación nacida en San Carlos a los más altos lugares de la escena mundial.
“Esta noche fue un agradecimiento a México por todo lo que nos ha dado y un homenaje a la mujer en su día”, sentenció el sancarlino Mario Gutiérrez en medio de una nube de fans que lo esperaba tras el escenario para conseguir un autógrafo.