Escribe: Mario San Martín
El fomento productivo debe entenderse como la colaboración del Municipio, en el desarrollo de los sectores productivos emergentes y la microempresa, básicamente para mejorar su productividad.
Para desarrollar esta tarea hará falta un plan de largo plazo que integre a todos los sectores. En este ámbito se requiere acciones concretas y especificas como ser, fondos concursables, alianzas estratégicas para la consecución de programas permanentes dirigidos a la capacitación y actualización de conocimientos técnicos de las diferentes actividades productivas existentes en el área y por sobre todo, la asignación de recursos para ir en ayuda y colaboración de los emprendedores y microempresarios.
Pero, es importante señalar que junto a los requerimientos de recursos económicos para el fomento de la productividad se debe, necesariamente, contar con el recurso humano que vibre con el fomento y logre interactuar con emprendedores y microempresarios para colaborarles en sus proyectos.
No basta con ser agentes de otros organismos del estado, se requiere de programas que entiendan y reflejen la realidad productiva local.
Con escasos recursos en el área de fomento productivo del Municipio de San Carlos, se pudo realizar, hasta diciembre pasado, convenios con la Universidad Católica del Maule, Asociación de Agricultores San Carlos Ñuble, Banco Santander- Chile (Banefe), Cámara de Comercio, Cooperativa Oriencoop etc.
Otra iniciativa fue la de generar informes de actividad mensual, creaciones de folletos con las potencialidades productivas, difusión permanente de instrumentos de apoyo, fondos concursables, franquicias tributarias y actividades relacionadas a la microempresa, todo cual se desarrolló bajo un modelo que fue premiado a nivel nacional en el marco del mejoramiento de la gestión municipal y en el área de las buenas prácticas.
Se planteó la idea y se dio inicio a dos campañas de promoción, una sobre la olivicultura (esta idea se puede entender con sólo ver estadísticas del frutal) y la otra, sobre la necesidad de contar con un Plan de negocios, requisito fundamental para optar a fondos concursables.
Logros específicos, como obtener la mayor colocación a nivel regional del programa de bonificación a la contratación de mano de obra, el aumento de postulación de ideas y proyectos a Innova Bío-Bío y Sercotec, deben ser considerados, para no perder lo alcanzado.
Sólo con ingenio y buena voluntad, sin horarios, se pudo desarrollar jornadas de capacitación sobre: estudios de costos, plan de negocios, desarrollo de una microempresa, además de otros tantos cursos de oficios y manualidades.
La organización de microempresarios y emprendedores por rubro, dada la importancia que cobra en este modelo la asociatividad, fue otro de los esfuerzos desarrollados.
También se trabajó con la empresa y se organizó una misión económica a Baena España a fin de que el sector privado, que viajó con sus propios recursos, visualizara agronegocios.
Estamos cierto que el mayor logro obtenido hasta diciembre pasado, en esta relación con emprendedores y los pequeños empresarios, fue el haberlos acercados al Municipio e iniciar un camino de colaboración y ayuda, que debe continuar para el fomento de la productividad en San Carlos.
El fomento productivo debe entenderse como la colaboración del Municipio, en el desarrollo de los sectores productivos emergentes y la microempresa, básicamente para mejorar su productividad.
Para desarrollar esta tarea hará falta un plan de largo plazo que integre a todos los sectores. En este ámbito se requiere acciones concretas y especificas como ser, fondos concursables, alianzas estratégicas para la consecución de programas permanentes dirigidos a la capacitación y actualización de conocimientos técnicos de las diferentes actividades productivas existentes en el área y por sobre todo, la asignación de recursos para ir en ayuda y colaboración de los emprendedores y microempresarios.
Pero, es importante señalar que junto a los requerimientos de recursos económicos para el fomento de la productividad se debe, necesariamente, contar con el recurso humano que vibre con el fomento y logre interactuar con emprendedores y microempresarios para colaborarles en sus proyectos.
No basta con ser agentes de otros organismos del estado, se requiere de programas que entiendan y reflejen la realidad productiva local.
Con escasos recursos en el área de fomento productivo del Municipio de San Carlos, se pudo realizar, hasta diciembre pasado, convenios con la Universidad Católica del Maule, Asociación de Agricultores San Carlos Ñuble, Banco Santander- Chile (Banefe), Cámara de Comercio, Cooperativa Oriencoop etc.
Otra iniciativa fue la de generar informes de actividad mensual, creaciones de folletos con las potencialidades productivas, difusión permanente de instrumentos de apoyo, fondos concursables, franquicias tributarias y actividades relacionadas a la microempresa, todo cual se desarrolló bajo un modelo que fue premiado a nivel nacional en el marco del mejoramiento de la gestión municipal y en el área de las buenas prácticas.
Se planteó la idea y se dio inicio a dos campañas de promoción, una sobre la olivicultura (esta idea se puede entender con sólo ver estadísticas del frutal) y la otra, sobre la necesidad de contar con un Plan de negocios, requisito fundamental para optar a fondos concursables.
Logros específicos, como obtener la mayor colocación a nivel regional del programa de bonificación a la contratación de mano de obra, el aumento de postulación de ideas y proyectos a Innova Bío-Bío y Sercotec, deben ser considerados, para no perder lo alcanzado.
Sólo con ingenio y buena voluntad, sin horarios, se pudo desarrollar jornadas de capacitación sobre: estudios de costos, plan de negocios, desarrollo de una microempresa, además de otros tantos cursos de oficios y manualidades.
La organización de microempresarios y emprendedores por rubro, dada la importancia que cobra en este modelo la asociatividad, fue otro de los esfuerzos desarrollados.
También se trabajó con la empresa y se organizó una misión económica a Baena España a fin de que el sector privado, que viajó con sus propios recursos, visualizara agronegocios.
Estamos cierto que el mayor logro obtenido hasta diciembre pasado, en esta relación con emprendedores y los pequeños empresarios, fue el haberlos acercados al Municipio e iniciar un camino de colaboración y ayuda, que debe continuar para el fomento de la productividad en San Carlos.