Comentario
Escribe: Mario San Martín Aliaga
En nuestra provincia de Ñuble se ha generado una creciente preocupación ante la instalación de una planta de celulosa, hecho no menor si se considera que este tipo de industrias podría, a no ser que se tomen medidas adecuadas, afectar el presente y futuro de la zona.
En Ñuble hay 21 comunas y sólo dos de ellas han reaccionado, en cuanto al inminente riesgo que pudiere significar la instalación de una planta de celulosa, si ésta no toma las providencias necesarias para evitar contaminar.
Es justo señalar que los índices de desempleo y el bajo nivel de desarrollo humano en comunas como Ninhue y Trehuaco en la provincia, justifican los esfuerzos por facilitar la instalación de industrias - claro está - sin que ello signifique pasar por sobre el derecho a vivir en un medio libre de contaminación.
Recientemente se ha efectuado en Cobquecura el “Primer Encuentro de Comunidades en conflicto con la Industria celulosa” donde se acordaron varias acciones en defensa del medioambiente y ante el posible peligro de que los riles que surjan del proceso de la celulosa contaminen el río Itata y posteriormente la costa de Ñuble. Allí estuvieron “Greenpeace”, “Salvemos Cobquecura”, “Acción por los Cisnes”, los Municipios de Cobquecura y Trehuaco, los Viñateros y varias agrupaciones de base.
Algo que ha llamado la atención fue la reacción de la Asociación de Agricultores de Ñuble, cuyo máximo dirigente, Fernando Serrano, señaló que se están alineando con quienes se oponen a que exista siquiera el riesgo que las aguas del Itata puedan contaminarse con residuos organoclorados. Destacó las importantes perspectivas vitivinícolas y agrícolas que se ven comprometidas.
Por su parte los viñateros reunidos en torno a Itata Wines han señalado que la sola instalación de la planta ya les ha perjudicado, debido a que se desechó desde Suecia el envío de 80 mil botellas anuales de cabernet sauvignon de origen orgánico, al saber que procedían de ese lugar.
En ambos casos, agricultores y viñateros, están conversando con ejecutivos de CELCO para dialogar sobre el problema, claro está que se ha hecho en forma privada y no como la sociedad ñublensina quisiera, en un dialogo transparente e informado. Al fin de cuenta la contaminación una vez que de inicia es dificil poder determinar hasta donde llega.
Si la empresa está cierta de que su proceso no es contaminante no debería existir inconveniente en informar a todo el mundo, especialmente de la provincia, sobre el sistema que utilizará para evacuar sus residuos líquidos industriales al cauce del río Itata.
Recién se nos anuncia que una comisión de Medio Ambiente de la Cámara Baja visitará la zona de influencia de la planta de celulosa. En esto hay que se claro y reconocer que los diputados Navarro y Martínez se han alineado oficialmente con los opositores a que se viertan residuos industriales líquidos de la planta al cauce del río Itata.
Esta misma sociedad ñublensina debería requerir mayor información sobre los eventuales riesgos que puedan surgir, ya que las alternativas para producir sin dañar el medioambiente existen.
Escribe: Mario San Martín Aliaga
En nuestra provincia de Ñuble se ha generado una creciente preocupación ante la instalación de una planta de celulosa, hecho no menor si se considera que este tipo de industrias podría, a no ser que se tomen medidas adecuadas, afectar el presente y futuro de la zona.
En Ñuble hay 21 comunas y sólo dos de ellas han reaccionado, en cuanto al inminente riesgo que pudiere significar la instalación de una planta de celulosa, si ésta no toma las providencias necesarias para evitar contaminar.
Es justo señalar que los índices de desempleo y el bajo nivel de desarrollo humano en comunas como Ninhue y Trehuaco en la provincia, justifican los esfuerzos por facilitar la instalación de industrias - claro está - sin que ello signifique pasar por sobre el derecho a vivir en un medio libre de contaminación.
Recientemente se ha efectuado en Cobquecura el “Primer Encuentro de Comunidades en conflicto con la Industria celulosa” donde se acordaron varias acciones en defensa del medioambiente y ante el posible peligro de que los riles que surjan del proceso de la celulosa contaminen el río Itata y posteriormente la costa de Ñuble. Allí estuvieron “Greenpeace”, “Salvemos Cobquecura”, “Acción por los Cisnes”, los Municipios de Cobquecura y Trehuaco, los Viñateros y varias agrupaciones de base.
Algo que ha llamado la atención fue la reacción de la Asociación de Agricultores de Ñuble, cuyo máximo dirigente, Fernando Serrano, señaló que se están alineando con quienes se oponen a que exista siquiera el riesgo que las aguas del Itata puedan contaminarse con residuos organoclorados. Destacó las importantes perspectivas vitivinícolas y agrícolas que se ven comprometidas.
Por su parte los viñateros reunidos en torno a Itata Wines han señalado que la sola instalación de la planta ya les ha perjudicado, debido a que se desechó desde Suecia el envío de 80 mil botellas anuales de cabernet sauvignon de origen orgánico, al saber que procedían de ese lugar.
En ambos casos, agricultores y viñateros, están conversando con ejecutivos de CELCO para dialogar sobre el problema, claro está que se ha hecho en forma privada y no como la sociedad ñublensina quisiera, en un dialogo transparente e informado. Al fin de cuenta la contaminación una vez que de inicia es dificil poder determinar hasta donde llega.
Si la empresa está cierta de que su proceso no es contaminante no debería existir inconveniente en informar a todo el mundo, especialmente de la provincia, sobre el sistema que utilizará para evacuar sus residuos líquidos industriales al cauce del río Itata.
Recién se nos anuncia que una comisión de Medio Ambiente de la Cámara Baja visitará la zona de influencia de la planta de celulosa. En esto hay que se claro y reconocer que los diputados Navarro y Martínez se han alineado oficialmente con los opositores a que se viertan residuos industriales líquidos de la planta al cauce del río Itata.
Esta misma sociedad ñublensina debería requerir mayor información sobre los eventuales riesgos que puedan surgir, ya que las alternativas para producir sin dañar el medioambiente existen.