Una helada histórica de –9,3 °C registrada la madrugada del lunes 30 de junio en Chillán mantiene en alerta al sector agrofrutícola de las regiones de Ñuble y Biobío. Según la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), se trata del valor más bajo jamás reportado, superando el récord de –6,3 °C registrado en 2022.
La red de estaciones del INIA Quilamapu también confirmó temperaturas extremas, con –8 °C en Chillán, –7,6 °C en Santa Rosa, –5,5 °C en Humán y –5,1 °C en Cañete. Raúl Orrego, agrometeorólogo del INIA, atribuyó el fenómeno a una “burbuja de frío” proveniente del Polo Sur que afecta desde la zona centro hasta el sur del país.
La ola polar se extendería hasta el viernes 4 de julio, con mínimas bajo cero, especialmente en los valles y precordillera. Si bien la mayoría de los cultivos están en dormancia, el especialista advirtió sobre riesgos para trigos emergentes, avellanos europeos y huertos mal lignificados.
Desde el INIA y DMC se entregaron recomendaciones técnicas para mitigar el daño, como evitar podas y fertilizaciones, aplicar riegos previos, utilizar mantas térmicas y microaspersión, y no realizar labores agronómicas tras noches con heladas.
El evento se da en un contexto de invierno más frío y seco, sin influencia clara de La Niña, lo que podría favorecer la repetición de fenómenos extremos. La gestión agroclimática será clave para proteger la producción regional en los próximos meses.
Fuente: INIA Quilamapu