Bioinoculante antiestrés bacteriano para maíz

Científicos brasileños desarrollan innovador bioinoculante para combatir el estrés salino en cultivos de maíz. En un contexto de cambio climático y aumento de la salinidad en suelos, investigadores de la Universidad de São Paulo han identificado cepas bacterianas del género Burkholderia que promueven el crecimiento de plantas en condiciones de estrés.

Avance científico para la agricultura

El equipo de científicos brasileños ha logrado identificar cepas bacterianas del género Burkholderia que mejoran la germinación y desarrollo del maíz en condiciones de estrés salino. Estas bacterias, conocidas como PGPB, producen fitohormonas y otros compuestos que ayudan a las plantas a tolerar mejor las condiciones adversas. El estudio se centró en 26 cepas bacterianas aisladas de plantas de caña de azúcar, de las cuales 11 mostraron resultados prometedores.

Beneficios del bioinoculante

• 🌱 Mejora en la germinación: El 61,54% de las cepas bacterianas probadas mostraron efectos beneficiosos en la germinación de semillas de maíz bajo condiciones de estrés.
• 📏 Crecimiento de plántulas: Cepas específicas como B. heleia G28, B. gladioli UAGC723 y B. graminis UAGC348 aumentaron significativamente la longitud de la raíz, la altura de la plántula y la fitomasa fresca y seca.
• 🌾 Producción de fitohormonas: La bacteria B10 (Burkholderia ambifaria cepa UGAC723) se destacó por producir mayores cantidades de ácido indol-3-acético (IAA), una fitohormona clave para el crecimiento vegetal.
• 🌍 Adaptación a condiciones extremas: Las bacterias del género Burkholderia demostraron ser capaces de colonizar plantas y promover su crecimiento en condiciones de alta salinidad, lo que las convierte en una herramienta valiosa para la agricultura en regiones semiáridas.
• 🔬 Potencial biotecnológico: Las cepas B6 (Burkholderia cepacia, cepa UAGC130) y B9 (Burkholderia graminis, cepa UAGC348) son candidatas potenciales para el desarrollo de bioinoculantes comerciales.

Conclusión

Este avance científico representa un paso significativo en la búsqueda de soluciones sostenibles para la agricultura en condiciones de cambio climático. Los bioinoculantes basados en bacterias del género Burkholderia podrían convertirse en una herramienta clave para mejorar la productividad de los cultivos en regiones afectadas por la salinidad del suelo.

Fuente: Fronteras en la ciencia del suelo.