una zona de gran interés (económico)
Que el negocio de la pesca es muy lucrativo no es novedad, y
es por eso que la costa chilena ha representado siempre una zona que se
defiende con uñas y dientes por parte de las grandes empresas pesqueras. Sin
embargo, el problema se centra en la llamada “primera milla”, que solo es
permitida para los botes artesanales, aunque esta norma no siempre sea
respetada.
Para el caso de la Región de Ñuble, la cosa es más compleja
aún. En la zona no existe una industria pesquera formal, por lo que son las
naves del Biobío las que acceden principalmente a la costa ñublensina. Esto
quedó establecido en una minuta técnica de junio de 2017 cuando se discutía con
los parlamentarios la creación de la hoy Región de Ñuble. En esa ocasión fue
el entonces subsecretario de Pesca, Raúl Súnico (hoy jefe de División de
Planificación y Desarrollo del Gobierno Regional de Ñuble), quien propuso que
la costa regional siguiera siendo operada por las naves de la región vecina,
pues en Ñuble no se contaba con flotas ni cuotas. Y eso sigue vigente hasta
hoy.
¿Qué sucede actualmente?, pues que la problemática ha dejado
afectaciones en el ámbito económico, pero también social y turístico. La falta
de vigilancia de la costa ñublensina mantiene la zona con las grandes naves
operando también en la primera milla marítima, depredando el fondo marino y a la
verdadera pesca artesanal que, por derecho, puede ahí funcionar y que cumple
con la norma de tener hasta 12 metros de eslora con carga de hasta cinco
toneladas de peces con técnica manual. El tema está en que se enfrenta con
naves más grandes de hasta 50 toneladas de capacidad que operan con sistema
industrial y que penetran a la primera milla sin autorización.
"La primera milla es una reserva natural de
reproducción de especies marinas. Estas naves más grandes ingresan en esa zona
dañando el fondo marino y los peces de roca, exterminando un recurso
valiosísimo como la sardina y la anchoveta porque ahí se produce el desove y no
lo están permitiendo" , comenta una fuente ligada al mundo pesquero que
prefirió no ser identificada porque, según indicó, podría generarle problemas.
La cosa es compleja. La actividad pesquera mayor ha afectado
también el turismo y la práctica deportiva de disciplinas como el surf en la
zona de Cobquecura, costa que posee un oleaje privilegiado para ello.
"Tenemos fotos macabras de surfistas casi adentro de las redes de pesca.
Además, hay un daño medioambiental contra los lobos marinos porque estos
animales no saben distinguir y se van a las redes de pesca que están llenas de
alimento, donde son golpeados y hasta arponeados" , indica.
Falta de voluntad
Con todos estos antecedentes a cuestas, la pregunta es por
qué no se ha solucionado esta situación y todo indica que ha faltado voluntad
política. Según nuestra fuente, el subsecretario de Pesca, Julio Salas, está en
conocimiento de este tema, pero "aquí hay intereses económicos grandes y
las voces disidentes han sido calladas inteligentemente con una serie de bonos
y beneficios para los pescadores artesanales. Ñuble es una región joven que aún
no ejerce soberanía territorial en su costa y en eso están al debe" .
De igual manera, los pescadores artesanales ñublensinos
están divididos. Por un lado están quienes se oponen al funcionamiento de las
grandes naves porque casi no les dejan productos que traen a la costa y, más
encima, les rompen las jaulas de crianza de jaivas. “Pero existe otro grupo que
ha cedido a las prensas, recibiendo pescado que las mismas naves mayores les
suministran” , dice.
Por lo pronto, se nos informó que un grupo defensor de la
costa de Ñuble presentó hace un tiempo un recurso de protección con orden de no
innovar ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso, el que fue ganado.
Posteriormente, la Subsecretaría de Pesca apeló a ese fallo ante la Corte
Suprema, logrando anularlo. Aún con ese mal resultado, lo positivo de esto es
que se logró sumar a distintos actores en esta lucha, como el exalcalde
cobquecurano Julio Fuentes, y sindicatos de pescadores de la misma comuna que
también presentaron un recurso, pero con el fantasma del temor rondándoles
porque, según nos comentan, “pueden sufrir represalias de parte de la pesca
industrial” .
Fuente: Aquí Ñuble