Un nuevo proyecto Fondecyt busca transformar la gestión del suelo agrícola en la zona central de Chile mediante prácticas agroecológicas sostenibles.
La iniciativa es liderada por Eduardo Arellano, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile y miembro de la Sociedad Chilena del Suelo.
El objetivo principal es evaluar cómo prácticas agroecológicas influyen en la salud del suelo y los servicios ecosistémicos, especialmente en huertos frutales de producción convencional.
Esta investigación busca generar datos concretos que orienten a los agricultores hacia una fertilización más sostenible, sin comprometer la productividad de sus cultivos.
Entre las prácticas analizadas se encuentran el uso de cubiertas vegetales, reducción de la labranza, aplicación de compost y mulch, y la conservación de áreas naturales.
Según Arellano, estos métodos mejoran la estructura del suelo, aumentan su capacidad de retención de agua y promueven una mayor actividad microbiana, factores clave para mantener la biodiversidad.
El proyecto cuenta con la participación de las investigadoras Alejandra Engler, Mónica Antilén y Pilar Gil, y busca incidir también en políticas públicas y programas de extensión agrícola.
Los investigadores recolectarán datos en campo y aplicarán encuestas para medir el conocimiento de los agricultores sobre agroecología y servicios ecosistémicos.
Uno de los desafíos detectados es la falta de información técnica accesible, lo que dificulta la adopción de nuevas prácticas por parte de los productores.
“Muchos agricultores necesitan evidencia antes de cambiar sus sistemas de manejo. Este estudio busca entregar esa información”, explicó Arellano.
También se analizarán indicadores clave como el contenido de carbono orgánico, estabilidad de agregados, y actividad enzimática, fundamentales para evaluar la salud del suelo.
Estos datos permitirán diseñar modelos de manejo sostenibles y replicables en distintas zonas del país, incluyendo regiones agrícolas como Ñuble y San Carlos.
A largo plazo, se espera que los resultados sirvan como base para el desarrollo de herramientas de monitoreo del suelo y recomendaciones normativas para fomentar la agroecología.
El impacto de esta investigación podría ser clave en contextos de crisis hídrica y degradación del suelo, problemas que también afectan a agricultores del sur del país.
Además de mejorar la fertilidad del suelo, se busca fortalecer la resiliencia de los ecosistemas agrícolas y reducir la dependencia de insumos químicos.
Este tipo de investigaciones promueven un enfoque productivo que equilibra el rendimiento económico con la conservación de los recursos naturales.
Fuente: diariofruticola.cl