"Terminal" de San Carlos: Un proyecto sin ordenanza ni claridad


Las irregularidades del caso "Terminal" comienzan a evidenciarse, y aunque hoy el tema se aborda desde un enfoque "populista", lo cierto es que el municipio nunca regularizó debidamente el recinto.

En los últimos días, frente a este caso, se ha intentado validar dos conceptos para el recinto de Nora Pereira Rossetti, N°821: "Lo que ahí existió fue una estación de relevo y un terminal de buses”. Para que eso fuera así, se debió contar con una ordenanza municipal que, hasta el día de hoy, no existe.

En el año 2011, los propietarios, la empresa Tur Bus, inauguraron una estación de relevo a solicitud del sindicato de choferes y para cumplir con las 5 horas máximas de conducción. Sin embargo, la estación de relevo dejó de funcionar en 2014 debido a desavenencias con el gremio y, fundamentalmente, porque en 2015 el alcalde de la época inició la instalación de más de 16 semáforos en el cruce de Vicuña Mackenna con las calles de servicio, intentando facilitar el tránsito, sin lograrlo hasta ahora. Además, impidió la detención de buses en "Las Catitas" (taxis) y obligó a que los buses dieran una vuelta en el paso sobre nivel para poder ingresar a la estación de relevo.

En ese momento, quedó en evidencia que el recinto ya no se utilizaba como estación de relevo, sino directamente como terminal de buses de la empresa propietaria. Debido a que el recinto no contaba con autorización para funcionar como terminal, la empresa decidió cerrarlo en agosto de 2014.               

                                                                                   

Tardía recepción municipal

En septiembre de 2014, tres años después de su instalación, apareció la recepción municipal definitiva del recinto "para fines comerciales", otorgada por el director de Obras Municipales de la época. En ningún caso esa recepción era para un terminal de buses, sino que obedecía al destino posterior de la propiedad: entregarla a una inmobiliaria para su venta.

Tampoco está claro si entre los años 2011 y 2014 hubo pago de permisos y patente municipal, lo que creemos debe investigarse. 

Seremi solo autorizó  el ingreso y salida de buses

Sin un análisis profundo del caso, recientemente la Seremi de Transportes otorgó una autorización de funcionamiento el año 2024, la cual se refiere solo a los buses y no al recinto ni a la actividad comercial.

Si el recinto dejó de funcionar en 2014 y vuelve a operar 10 años después, en 2024, se debe considerar el nuevo parque automotriz y las actuales normativas, como el estudio de impacto vial, exigible a partir de 2021. Todas estas dudas e irregularidades deben ser subsanadas antes de analizar si el negocio de un "terminal" solo al norte, es rentable.

Cuestionada renovación de arriendo

La actual administración, pese a ser advertida de que el recinto no reúne las condiciones para que personal municipal permanezca allí, renovó el contrato de arriendo (enero-abril 2025) y ha continuado adelante con la idea de un "terminal" que, aunque seduce popularmente, no resiste un análisis administrativo y financiero hasta aquí.

Por otro lado, el municipio debió dictar una ordenanza para poner en funciones el recinto, lo que aún no ocurre, a pesar de que se informó que no se había hecho porque estaba en marcha blanca (de septiembre de 2024 a febrero de 2025). A partir de esa fecha y cumplidos los plazos autoimpuestos, el municipio debe cumplir con todas las normativas para ejercer la actividad comercial de un "terminal", solo al norte.

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