La crisis hídrica que afecta a Chile ha puesto en jaque a la agricultura, actividad que consume el 73% del agua disponible en el país. Ante esta situación, expertos proponen incorporar agua desalada en el riego agrícola como una solución sostenible.
La brecha hídrica: un desafío creciente
Según Jorge Bofill, director jurídico de Acades, la diferencia entre la demanda y la escorrentía de agua en Chile crea una "brecha hídrica" que impacta directamente en el sector agropecuario. La región de Coquimbo, por ejemplo, ha perdido 30.000 hectáreas de tierras cultivables por la escasez de agua.
Modelos internacionales exitosos
Bofill destaca modelos internacionales como Israel y España, donde la combinación de agua desalada, reciclada y continental ha permitido mitigar los efectos de la sequía en la agricultura.
Plantas desaladoras multipropósito: una solución prometedora
En Chile, la implementación de plantas desaladoras multipropósito podría ser una solución clave, permitiendo reducir costos y garantizar la sostenibilidad del riego.
Marco regulatorio y tarifas competitivas
Para avanzar en esta dirección, es fundamental contar con un marco regulatorio que permita a los desarrolladores de proyectos imponer servidumbres legales para la infraestructura de conducción de agua, así como establecer tarifas competitivas para el uso de agua desalada en la agricultura.
Conclusión
La incorporación de agua desalada en el riego agrícola representa una oportunidad para enfrentar la crisis hídrica en Chile y garantizar la seguridad alimentaria del país. Sin embargo, es crucial abordar los desafíos regulatorios y económicos para hacer viable esta solución.