Mientras en Ñuble continúan abiertas las postulaciones al programa “Leña Más Seca”, impulsado por la Seremi de Energía y Conaf, en San Carlos aún no entra en vigencia una de las pocas ordenanzas aprobadas recientemente por el Concejo Municipal.
La normativa busca regular el uso y comercialización de leña seca en la comuna, sin embargo, su implementación ha quedado en pausa debido a un detalle sorprendente: la falta de adquisición de uno o dos medidores de humedad, herramienta fundamental para que los fiscalizadores municipales puedan hacer cumplir la norma.
El costo de estos dispositivos en Chile oscila entre los $24.000 y $160.000, una inversión mínima en comparación con los beneficios ambientales y de salud que conllevaría su uso. Extraoficialmente, se ha sabido que la compra quedó pendiente en la administración municipal anterior, que concluyó en diciembre pasado, sin mayores explicaciones.
El retraso en la aplicación de la ordenanza contrasta con los avances observados en otras comunas de la Región. Chillán y Chillán Viejo han liderado programas medioambientales para reducir la contaminación por leña húmeda, y recientemente Bulnes también ha comenzado a recibir beneficios en esta línea.
Con la llegada del otoño y la inminente caída de las temperaturas a mediados de marzo, se prevé un aumento en el uso de calefactores a leña, lo que podría agravar la contaminación si no se regula la venta de leña húmeda. La comunidad espera que la actual administración retome el tema y concrete las acciones necesarias para hacer cumplir la ordenanza, priorizando el bienestar ambiental y la calidad del aire en San Carlos.