Marcela Hidalgo, Fidelina Aravena y Braulio Ruiz conquistaron la cima del Aconcagua, el punto más alto de América, tras 11 días de desafiante expedición, marcando un hito para el deporte chillanejo.
Una travesía exigente
La aventura comenzó en el parque provincial Aconcagua, Mendoza, Argentina. Los deportistas establecieron cinco campamentos intermedios para aclimatarse y enfrentar las duras condiciones de la montaña, caracterizadas por bajas temperaturas y fuertes vientos.
Braulio Ruiz destacó la dificultad de resistir la fatiga, el frío extremo y el implacable viento durante las 10 horas de ascenso final. “En la cima fue imposible contener la emoción”, compartió con orgullo.
Voces desde la cumbre
Marcela Hidalgo describió al Aconcagua como un gigante entre valles agrestes y resaltó el orgullo de lograr la cumbre, un sueño que demandó meses de preparación física y mental.
Fidelina Aravena subrayó la importancia de la determinación: “La montaña decide quién la corona”. Añadió que el trabajo en equipo y la fortaleza mental fueron cruciales para alcanzar el objetivo.
Claves del éxito
La expedición fue posible gracias a la minuciosa planificación y el apoyo constante de sus auspiciadores y la Municipalidad de Chillán, quienes financiaron la intensa preparación que incluyó entrenamientos en diversas condiciones climáticas y simulacros de ascenso.
La hazaña de estos montañistas chillanejos inspira a futuras generaciones y pone en alto el nombre de Chillán en el montañismo sudamericano.