La industria de cerezas en Chile enfrenta serios desafíos postcosecha que podrían afectar su rentabilidad. Cristián Balbontín, investigador de INIA Quilamapu, destaca la heterogeneidad de las áreas de producción como un factor crítico que afecta el almacenamiento y transporte de la fruta.
Avería del Buque Maersk Saltoro: Un Golpe para la Industria
El 13 de enero, el buque Maersk Saltoro, que transportaba más de cinco millones de cajas de cerezas chilenas, sufrió una avería que retrasó su llegada a China. Esta situación, sumada a la alta concentración de fruta en el mercado chino, provocó una caída significativa en los precios, afectando la rentabilidad de los productores nacionales.
Problemas de Almacenamiento y Calidad
Balbontín señala que parámetros como la firmeza, el color y la deshidratación del pedicelo son cruciales para la aceptación de la cereza en mercados internacionales. Desórdenes fisiológicos como el pitting, la piel de lagarto y el pardeamiento interno pueden desarrollarse durante el almacenamiento prolongado, comprometiendo la calidad de la fruta.
Estudios y Recomendaciones
Desde el laboratorio de calidad de fruto de INIA, se han realizado estudios sobre el impacto del almacenamiento en variedades de cerezas cultivadas en la Región de Ñuble. Los resultados muestran que a mayor tiempo de almacenamiento, aumenta la incidencia de desórdenes como el pardeamiento interno en variedades Regina y Kordia, mientras que la pérdida de firmeza es más pronunciada en Santina y Lapins.
Explorar Nuevos Mercados y Mejorar Prácticas
Balbontín sugiere que explorar otros mercados y mejorar las prácticas postcosecha será clave para mantener la competitividad de la cereza chilena. "La oferta de cereza va a seguir creciendo, pero si toda la fruta llega junta, los precios caerán", advierte. Además, recomienda estudiar más las condiciones de almacenamiento y el comportamiento de las variedades para evitar problemas fisiológicos.
Colaboración entre Investigadores, Productores y Exportadores
Para Balbontín, la clave está en la colaboración entre investigadores, productores y exportadores. "La calidad de la cereza depende del área y la zona donde fue producida", afirma. Factores como olas de calor, lluvias o retrasos en la cosecha pueden afectar el potencial de vida postcosecha, por lo que es crucial investigar y caracterizar la producción para optimizar las prácticas postcosecha.