A la espera de una nueva reunión se encuentran dos dirigentes locales que buscan asegurar a los menos tres veces a la semana, la locomoción colectiva rural apara los caminos de Trapiche y Toquihua.
Como informáramos estas dos rutas
del secano de San Carlos cubren dos amplias zonas y la locomoción colectiva
está dejando de cubrir estos recorridos, ya que no resultan rentables, por lo
que se espera que funcione el subsidio de conectividad rural.
Manuel Ortiz ha graficado la situación y señala que ambos recorridos comienzan en el terminal rural de San Carlos y la zona sur es cubierta por el recorrido San Carlos -Toquihua con 40,7 kilómetros y, el recorrido de la zona norte, San Carlos -Trapiche -San José de 50, 3 kilómetros.
Recientemente, los dirigentes
Manuel Ortiz y Sara Muñoz, junto a parlamentarios y el seremi de transportes (vía
on line, este último) se reunieron con el ministro de transportes en Santiago.
Curiosamente, fue el propio ministro
quien les hizo ver que existe un fondo para subsidiar el transporte público y
que este es administrado a nivel regional, lo que fue corroborado por el seremi
que estaba vía online en dicho encuentro.
Allí se programó una nueva
reunión en Chillán, donde con autoridades regionales y donde los dirigentes esperan
que el sistema funcione, ya que si los recursos están solo hace falta que las autoridades
sectoriales acojan la petición y hagan efectivo este subsidio.
Esta situación es una consecuencia
de dos factores, la disminución de la población en el secano y la adquisición
de vehículos particulares por aquellas personas de mejores recursos. Sin
embargo, es transversal la falta de locomoción colectiva para la tercera edad,
cuyos horarios no coinciden con sus trámites y sus horas médicas y ahora se
están quedando sin locomoción.
El auge de las plantaciones de pino y eucaliptus ya va en retirada y sus consecuencias son una erosión en aumento y una sequía permanente por el agotamiento de napas subterráneas. Sin embargo, un plan del tipo “zona de rezago” podría mejorar la calidad de vida de los sancarlinos que viven en el secano.