Papayas orgánicas en la Costa de Ñuble
En la zona costera de Cobquecura, Región de Ñuble, se cultivan las papayas más australes del mundo. Este fruto, emblemático de la identidad local, se produce ahora bajo un modelo orgánico y sostenible, preservando la genética local y evitando el uso de químicos.
El Rol de las Ovejas en el Cultivo
Adolfo Moraga, agricultor local, explica que las ovejas no comen las hojas ni los frutos de la papaya, sino que prefieren la maleza. "Esto nos ha dado excelentes resultados, fertilizando las plantas y evitando el uso de herbicidas", comenta Moraga.
Beneficios Económicos y Ambientales
La familia Moraga–Lara utiliza cuatro ovejas para controlar la maleza en media hectárea de papayas. Este método no solo reemplaza los agroquímicos, sino que también reduce costos de mano de obra y herbicidas. Aunque no han cuantificado el ahorro, destacan la producción de frutas libres de químicos, alineada con la agroecología.
Tradición y Sostenibilidad
Luz Lara, agricultora local, destaca que su familia ha cultivado papayas por más de 30 años. "Este es un huerto orgánico, sin pesticidas ni herbicidas. Solo usamos ovejas para mantener el terreno limpio", explica Lara. Además, el cambio climático ha hecho imprescindible el uso de invernaderos.
Apoyo Institucional
Fernanda Azócar Rodríguez, directora de INDAP Ñuble, afirma que el apoyo de INDAP y Prodesal ha sido crucial. "Hemos innovado en la producción de papaya, llevándola a invernaderos para protegerla de las heladas. Esto conserva la genética de la papaya de Cobquecura y apoya la identidad cultural de la región", señala.
Involucramiento Familiar y Comunitario
La familia Moraga–Lara está profundamente involucrada en el cultivo de papayas. Mientras Luz y Adolfo trabajan en el campo, su hija elabora conservas y mermeladas que vende en restaurantes locales y entre turistas. Este modelo se replica entre varios agricultores de Cobquecura, preservando su herencia agrícola de manera sostenible y rentable.
Conclusión
Con prácticas innovadoras y una visión sostenible, Cobquecura no solo cultiva la papaya más austral del mundo, sino que también construye un modelo que combina tradición, identidad y adaptación al cambio climático.