Experto advierte sobre los peligros de las altas temperaturas en los cultivos frutícolas.
Las altas temperaturas que se registran en la Región del
Maule representan una seria amenaza para los cultivos frutícolas, especialmente
para las manzanas. Así lo advirtió Patricio González, académico del CITRA de la
Universidad de Talca, quien destacó que las olas de calor pueden provocar
graves daños en los frutos, dejándolos fuera del mercado.
"Las próximas semanas serán cruciales para proteger
nuestros cultivos", señaló González. El experto explicó que las
temperaturas extremas pueden provocar golpes de sol en las manzanas, lo que
ocasiona manchas blancas y cafés que finalmente necrosan el fruto. Además, el
estrés hídrico generado por las altas temperaturas puede debilitar las plantas
y hacerlas más susceptibles a enfermedades.
Para enfrentar esta situación, González recomendó una serie
de medidas como:
Riego frecuente: Es fundamental mantener los suelos húmedos
para evitar el estrés hídrico en las plantas.
Uso de mallas: Colocación de mallas sombra para proteger los
frutos de la radiación solar directa.
Cambio de ubicación de los huertos: En algunos casos, puede
ser necesario cambiar la ubicación de los huertos para evitar la exposición
directa al sol durante las horas más calurosas del día.
Investigación en biotecnología: A largo plazo, es necesario
desarrollar variedades de frutas más resistentes a las altas temperaturas y al
estrés hídrico.
El académico también se refirió al fenómeno de La Niña,
aclarando que, a pesar de ser un fenómeno de enfriamiento, no tendrá un impacto
significativo en las temperaturas máximas extremas en la Región del Maule.
"El cambio climático es el principal factor que está influyendo en el aumento
de las temperaturas", afirmó González.
La situación es preocupante para los productores frutícolas
de la región, quienes se enfrentan a un desafío cada vez mayor para proteger
sus cultivos de los efectos del cambio climático. Es fundamental que se implementen
medidas de adaptación y mitigación para garantizar la sostenibilidad de la
producción frutícola en el Maule.