LOCAL.- Tras la pasada visita del presidente de Chile, Gabriel Boric, por Chillán, San Nicolás, San Ignacio, San Carlos y Ránquil, donde tocó temas de salud, agricultura, energía y prevención de riesgos, un octogenario sancarlino conversó con la máxima autoridad para consultarle sobre el proyecto de ley que pagaría la deuda histórica de los profesores.
Darío Quezada, quien relató el sorpresivo encuentro con el presidente Boric “fue una cosa espectacular para mí, porque nunca pensé que lo iba a poder abordar. Desde el momento que supe que venía el presidente, me planté ese objetivo de ir y tratar de conversar con él y plantearle el tema de la deuda histórica, de la reparación histórica de los profesores. Mira, se produjo la oportunidad, muy amable y muy asequible el presidente”.
Cabe destacar que el proyecto de ley para solucionar la deuda histórica de los profesores en Chile propone un pago de $4.500.000 por persona, reajustable anualmente, a 57.560 docentes afectados. El pago se realizaría en 6 años, de forma progresiva, en dos cuotas anuales, comenzando por los docentes de mayor edad.
“Le pedí que acortaran los tiempos, porque son muy largos los tiempos que se repare esto. Entonces, él me dijo, mira, nosotros somos el primer gobierno que pusimos esto sobre la mesa y lo estamos solucionando. Le planteé al presidente que no venía a reclamar el monto, sino que vengo a pedirle que usted intervenga y que se acorten los tiempos, porque había muchos profesores ya jubilados, unos que estamos entre los 80 y 95 años. Mi duda era si íbamos alcanzar a estar vivos hasta el año 2025 para recuperar $2.000.000 o al año 2026 los $3.000.000”.
Quezada, al ser consultado por su pronóstico sobre este proyecto de ley, aseveró que “en lo personal creo que esto tiene que estar listo en el año 2025, porque el primer pago está programado para octubre del 2025, y el otro pago para el año 2026, y así sigue hacia atrás, según la edad y el grupo etario de los profesores. Los primeros que van a recibir son de 80 años hacia adelante hasta el último de mayor edad”.
Por último, el exprofesor jubilado a sus 81 años, recordó que “mi padre también, más o menos a esta misma edad, recibió la visita del presidente Frei, quien lo fue a saludar a la casa. Se repite la historia, ya que me reuní con el presidente más joven de América o del mundo, y a mi padre lo fue a saludar el presidente Frei”.