REGIONES.- El Colegio Alemán de Chillán se encuentra en el centro de un conflicto judicial luego de que cinco de sus directivos fueran condenados por desacato por no acatar una orden de reintegrar a un alumno expulsado en 2019. Esta decisión ha desatado una disputa entre los derechos del estudiante y la responsabilidad del colegio de mantener la seguridad de su comunidad.
Origen del conflicto
El caso comenzó cuando el colegio expulsó al estudiante, acusándolo de supuesto abuso sexual contra una alumna. Esta situación llevó a la intervención de la Corte Suprema y del Segundo Juzgado Civil de Chillán. En enero de 2019, la Corte Suprema ordenó anular la expulsión, calificando el procedimiento del colegio como arbitrario e ilegal. Sin embargo, el directorio decidió ignorar esta decisión.
Resoluciones judiciales ignoradas
En febrero de 2019, el Segundo Juzgado Civil de Chillán emitió otra resolución que suspendía provisionalmente la expulsión y ordenaba renovar la matrícula del alumno. La intención era permitir al estudiante continuar sus estudios mientras se investigaba la situación. A pesar de esto, el directorio nuevamente optó por no cumplir con la orden.
Argumentos del fiscal
El fiscal Florentino Bobadilla Rodríguez presentó pruebas en el juicio que demostraron que los miembros del directorio estaban completamente informados de las resoluciones y que deliberadamente decidieron no acatarlas. Bobadilla argumentó que los directivos actuaron con dolo, solicitando penas de tres años de presidio efectivo para cada uno de ellos. La sentencia se conocerá el próximo 14 de noviembre.
Respuesta del colegio
En respuesta a la condena, el Colegio Alemán emitió un comunicado dirigido a su comunidad, afirmando que sus acciones siempre han sido en defensa del bienestar de los estudiantes. El comunicado destacó que están explorando "todos los caminos legales" para proteger los intereses de la institución y velar por la seguridad de la comunidad escolar.