AGRO.- Es una de las hortalizas más consumidas por los chilenos y, considerando que según cifras entregadas por el Gobierno, su precio aumentó en un 12,9%.
La lechuga es un alimento clave en la dieta de los chilenos y uno de los grandes problemas de este alimento es su durabilidad. Considerando que una lechuga común puede conservarse entre una o dos semanas máximo en refrigeración, en muchas ocasiones no se consume por completo y son desechadas debido a la oxidación que genera.
Si a esto le agregamos que es uno de los productos que más aumentó su valor en la última entrega de cifras de la Canasta Básica (en un 12,9%), la posibilidad de contar con una variedad de esta hortaliza que dure un tiempo más prolongado sin oxidarse en refrigeración, parece ser una solución alentadora. La lechuga Green Venus, recientemente introducida en el mercado estadounidense, está revolucionando la industria de las hortalizas, ya que tiene una vida útil en refrigeración que duplica a la de las lechugas convencionales, manteniendo su frescura.
Este alimento ha sido desarrollado gracias al uso de biotecnología que logra inactivar la principal enzima responsable del proceso de oxidación en esta hortaliza. Este avance permitiría reducir el desperdicio alimentario y mejorar su durabilidad. También presenta una solución innovadora para agregar valor y optimizar la cadena de suministro.
"Prolongar la vida útil de la lechuga permite reducir el desperdicio de alimentos. Utilizando edición genética y CRISPR, GreenVenus ha desarrollado lechugas con mayor resistencia a la oxidación al inactivar un gen clave en la vía del pardeamiento, la polifenol oxidada (PPO).
Esta tecnología está contribuyendo a mejorar la agricultura y la producción de alimentos, disminuyendo las pérdidas en el campo, el desperdicio de alimentos y mejorando la calidad nutricional de estos, permitiendo así avanzar hacia un futuro más sostenible" aseguró el Dr. Miguel Ángel Sánchez, director Ejecutivo de ChileBio.
La incorporación de avances tecnológicos en la conservación de productos, como la lechuga, también abre la puerta a una reducción significativa del desperdicio en toda la cadena de suministro, desde los campos hasta los supermercados. Chile, como exportador global de productos frescos, podría beneficiarse enormemente al reducir las pérdidas poscosecha y asegurar que sus productos lleguen en óptimas condiciones a los mercados internacionales, aumentando su competitividad global.
Fuente: portaldelcampo.cl