Cooperativas mecanizan proceso de envasado de miel


y trasforman desechos de uva en agua ardiente

AGRO.- Cargar, trasladar y vaciar tambores de 200 litros de la mejor miel de abeja es un trabajo pesado, que requiere muchas manos y mucho tiempo. Era un proceso lento y caro que demandó ingenio y financiamiento para mejorar el proceso. Fue lo que hizo la Cooperativa COASBA, que gracias al apoyo de la agencia FIA, habilitó una garra mecánica que es capaz de realizar el vaciado de la miel.

COASBA opera en Santa Bárbara, Región del Biobío, y ha puesto en marchael proyecto «Optimización del proceso de extracción y envasado de miel». Esta iniciativa mejora significativamente los procesos de extracción y envasado de miel, con un enfoque en la eficiencia y la sostenibilidad. Consiste en un riel montado sobre una estructura con un dispositivo que se moviliza y que permite que una “garra” realice la carga y descarga de tambores llenos de miel de manera eficiente y segura.

Leonardo Guiñez, presidente de COASBA, comenta que “antiguamente lo hacíamos el sistema en forma de manual, bien artesanal, con una yegua de mano con dos cuadrillas a pulso. Uno empujaba y nos los tiraban con lazo para poder cargar los tambores de un camión. Hoy día con esta nueva tecnología se requiere menos gente, con menos riesgo, más rapidez de carga, y mucho más liviano para nuestras condiciones físicas”, añadió.

Se espera que esta iniciativa no solo beneficie a COASBA, sino que también sirva como modelo inspirador para otras cooperativas del sector.

Este es uno de los dos proyectos que la encargada del programa AgroCoopInnova FIA, Marcela Arce, visitó para ver en terreno su exitoso funcionamiento. En la oportunidad se reunió con docentes e investigadores de la Universidad de Talca, se llevaron a cabo reuniones donde se discutieron en detalle los proyectos, los desafíos abordados y las soluciones proporcionadas.

AGUARDIENTE APROVECHANDO HASTA EL ÚLTIMO RESIDUO

En Quillón, Región de Ñuble, la Cooperativa COOVICEN está liderando otro proyecto innovador para la elaboración de una bebida espirituosa utilizando residuos de la uva. El objetivo es diseñar una propuesta técnica y económicamente sólida para producir agua ardiente a partir de borras y orujos, generando así un valor adicional a los subproductos de la vitivinicultura.

La iniciativa incluye la habilitación de un laboratorio especializado para la producción de esta bebida, garantizando el cumplimiento de las normativas vigentes y contribuyendo a la diversificación de recursos en la zona.

Eduardo Carrasco, presidente de COOVICEN, menciona que “con FIA tenemos un alambique que se va a ocupar de destilar algunos vinos (…). Los vinos de mala calidad hoy día ya no se venden, entonces hay que darle otro valor”, culminó.

Ambos proyectos son parte del programa estratégico de FIA, AgroCoopInnova, cuya misión es brindar un apoyo integral a la gestión de las cooperativas campesinas y agrícolas. Este esfuerzo no solo demuestra el compromiso de estas cooperativas con el desarrollo local y la mejora continua de sus procesos, sino que también representan un paso significativo hacia la sostenibilidad y la innovación en las industrias de este rubro en el país.

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