Informalidad y subasignaciones no establecidas provoca cuestionamientos.
LOCAL. - Aun cuando se trató de impedir conocer la situación financiera del municipio de San Carlos, el presidente del Concejo Municipal de San Carlos se vio en la obligación de ceder la palabra a la directora (S) de Administración y Finanzas, que fue lapidaria en señalar que no está claro ni ordenado el presupuesto año 2023, aun cuando ya ha transcurrido la mitad del año.
El alcalde Suazo intentó impedir esta información señalando “la verdad es que yo no estoy de acuerdo” (que hablara la directora de finanzas) y argumentó que no estaba en la tabla y que el presupuesto está en manos del titular que estaba con permiso.
Se le recordó al alcalde que bastaba con que dos ediles estuvieran de acuerdo y estaba obligado a dejar intervenir a la directora (S) de finanzas y ante la anuencia de la mayoría no le quedó otra que escuchar el informe.
La profesional Belki Manosalva “Yo respecto del presupuesto y de las modificaciones que se han ido haciendo, tengo ciertas aprehensiones toda vez que he podido ver en algunos documentos que no siempre se acompañan los acuerdos de concejo y las debidas resoluciones que respaldan esas modificaciones, generando inconvenientes a la hora de tramitarlos.
Luego agregó: “Yo creo que en general existe un desorden que complica la lectura de los documentos para quien proceda a la firma. Constantemente se está observando que se modifica y modifica y no siempre la información está a la vista, porque se cambia reiteradamente. A veces no se tiene la certeza si era eso no la imputación.
Consultada sobre la reiteración de modificaciones al prepuesto, considerando este no está aún definido, la profesional dijo: “Ideal es que esto se defina de una vez, que se concrete las modificaciones, se establezca el orden necesario y que estas modificaciones solo sean en casos especiales.
Qué dijo Manosalva sobre la subasignaciones que es el quid del asunto: “Pudimos ver con algunos colegas en la dirección (de Administración y Finanzas) que en el presupuesto inicial no se incorporaron las subasignaciones en ningún caso y después se fueron agregando las imputaciones en todo orden…”
A esa altura el alcalde estaba visiblemente molesto y ante la pregunta que el concejal Silva le hizo al director de Control sobre esta materia, Suazo le enrostró que él era quien daba la palabra y que no era solo la frase “por su intermedio sin mirarlo”.
Ricardo Parra, director de Control señaló que debía verificarse por qué la Secplan desde que se le recordó que debía efectuar la corrección de todas las cuentas del presupuesto, aún no lo entrega “y hasta el día de hoy como hemos podido, hemos ido autorizando gastos, porque también me toca a mí autorizar, para no entrabar la gestión municipal, pero con un nivel de certeza absoluta en algunas temáticas”.
Parra puso incapié en las demandas judiciales y los traspasos (Daem) y citó como ejemplo que las transferencias superarían los 700 millones de pesos en contrataciones.
La Municipalidad debe tener la mayor certeza posible para no caer en una situación deficitaria porque si esta Municipalidad llega a ese límite obviamente que nos vamos a ver en problemas serios”.
El acalde no pudo evitar sumarse al debate y dijo que el presupuesto había sido “aprobado en tiempo y plazo” y que, según conversación con el contralor regional, en aquella cuenta que no había problemas, se podía seguir trabajando, argumento que ha reiterado en más de una oportunidad.
El director de Secplan, Alex Molina adujo que el atraso en entregar un presupuesto corregido se debe a que Administración y Finanzas no le había proveído personal, pero que ahora había dos funcionarios de esa dirección que estaban trabajando
El tema no es si los ediles lo aprobaron al filo del plazo, el fondo es cómo un presupuesto a mitad de año aún no es corregido y por qué no se incluyeron la subasignaciones.
Si un presupuesto está bien hecho o no, se evidencia en la cantidad de correcciones o modificaciones que se le realicen, según los expertos.