El avellano europeo en Chile Grandes extensiones, grandes problemas


Nueva solución a cosecha de avellanos adultos

AGRO.- Un cultivo rústico que pueda ser manejable en grandes extensiones con poco personal es un sueño de larga data en la agricultura. El avellano europeo ha llegado y para quedarse, nadie lo duda.

Sin embargo, estamos viendo que este cultivo tampoco está ajeno a un problema nacional que ha afectado a diversas especies, las que inicialmente se vieron prometedoras, pero que, luego, año a año, los resultados mostraron resultados diferentes.

El cultivo del avellano efectivamente es posible de manejar a costos relativamente bajos y sin que afecten demasiado las extensiones de la plantación involucrada. Pero al llegar la cosecha, todo cambia, ya que esperar la caída de los frutos acusa diversas condiciones para la fruta seca, por causas del clima anual principalmente. Pero en los suelos de Chile ha aparecido un problema adicional que daña los árboles, y es que nuestro polvo es más volátil que en muchos lugares, por lo que un barrido en seco permite contaminar los árboles con insectos y hongos que debieran permanecer en el suelo y no en las hojas.  A lo anterior se suma el costo de una logística de cosecha bastante compleja, por utilizar en avellanos maquinarias diseñadas para pequeños predios de castaña en Italia; esto no es un asunto menor, ya que el número de unidades necesarias es una operación de inesperada envergadura y costos no considerados inicialmente, incluyendo soplado, barrido, hilerado, levante, transporte, lavado y secado; proceso hoy realizado en los predios.

En Oregon y Washington se ha vivido esta realidad o similar, pero han desarrollado maquinarias para la cosecha del avellano que no levantan polvo, que cosechan sin que la avellana toque el suelo, y que ponen la fruta en bins o sobre carros que circulan en la hilera adyacente tirados por un tractor con carros, tolva o góndola. Son máquinas que permiten la cosecha de más de 300 hectáreas por año, que pueden trabajar en cualquier condición de clima o de luz, y que ofrecen una capacidad de cosecha contínua mayor a la actual, sumando la opción de cosechar por grado de madurez en dos pasadas y un período que varía según las condiciones, pero que en general ofrece una ventana de 10 días.

Por ejemplo, en 15 días una cosechadora TF Littau puede cosechar 360 hectáreas (24 horas/día)  Para una producción de 4500 kilos/hectárea, una máquina ofrece cosechar  180 hectáreas en cada una de las 2 pasadas (810 ton por pasada/temporada)  y 1620 ton totales cosechados por temporada. Amortizando a 10 años, da un costo medio aprox. de USD 31 por cada 1000 kilos de avellana cosechada ( USD 0,03/kg sin incluir: costo financiero, de personal, ni del tractor y góndola que recibe, los cuales deben sumarse) Pero las cifras muestran un ahorro significativo respecto del costo de la cosecha por barrido del suelo, el cual fluctúa, según condiciones, llegando a diferencias de hasta 4 veces menos que el actualmente pagado en Chile por la cosecha de avellano.

Lamentablemente, esta realidad será accesible solamente para los grandes predios y prestadores de servicios profesionales de cosecha, por las inversiones que puede significar. Hasta que las empresas prestadoras de servicios de cosecha integren las nuevas tecnologías a su oferta disponible, o que se puedan establecer convenios tripartitos que permitan disponer de estas tecnologías.

En la primera semana de septiembre la Universidad de Oregon y Littau Harvester Inc. han organizado un Hazelnut Day donde exhibirán equipos y resultados de nuevas tecnologías, donde la novedad es la TF de Littau en avellano europeo y plantaciones adultas. Chile tiene cupos limitados, ya que es un evento para los agricultores de Oregon y Washington.

La tecnología y los resultados hoy están disponibles. Mayor información puede pedirla a www.littauharvester.com o en info@armstrongchile.cl a la medida de las condiciones de su predio.

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