Encontraron en Argentina
Los productos naturales derivados de plantas nativas argentinas han demostrado un efecto en la protección de los cítricos contra el moho y la podredumbre, similar a los agroquímicos.
Así lo informa un grupo de investigadores argentinos de la Universidad Nacional “Del Litoral” y la Universidad Nacional de Rosario en un artículo publicado en la revista Horticulturae 2023 en el portal MDPI.
“Argentina produce 1.038.168 toneladas de naranjas, de las cuales 77.000 toneladas son para exportación. Las pérdidas poscosecha de origen fitopatógeno (aproximadamente el 30% de la producción) son de gran importancia económica.
Los mohos verde y azul, causados por Penicillium digitatum y Penicillium italicum Wehmer, respectivamente, y la pudrición ácida, causada por Geotrichum citri-aurantii Ferraris, son los más problemáticos, ya que afectan no solo la cantidad, sino también la calidad de los frutos cítricos. que, después de la infección, debe ser excluido del lote de producción.
Los mohos Penicillium digitatum y P. Italicum causan enfermedades de los cítricos al penetrar en la cáscara de la fruta. Las heridas ocurren principalmente durante la cosecha y el procesamiento posterior en la empacadora o en el momento de la venta, y en ocasiones directamente en la plantación debido a la alimentación de insectos. Si las naranjas se infectan tres días antes de la cosecha, la enfermedad no se puede detectar, los frutos enfermos se cosechan y se convierten en una fuente de inóculo en el lote.
El área redonda que rodea el sitio de la infección (herida con costras) parece empapada de agua, blanda y descolorida. A medida que crece el hongo, se desarrolla un micelio blanco aireado en el centro de la lesión, que se expande radialmente. En el caso del moho verde, después de 7-8 días, el área central de la lesión se vuelve verde oliva y está bordeada por una banda ancha de micelio blanco denso, que no forma esporas. En contraste, el moho azul es un área central de formación de esporas que es de color azul o verde azulado.
Geotrichum citri-aurantii causa pudrición ácida: este hongo vive en el tejido de plantas muertas o en los suelos de los jardines. Los síntomas incluyen maceración y destrucción de la cutícula y la pulpa del fruto. Cuando los frutos se pudren, desprenden un fuerte olor a fermentado y rancio. En condiciones de alta humedad, aparece sobre los frutos un micelio blanco muy fino, que desaparece rápidamente.
Estas tres enfermedades poscosecha de los frutos de los cítricos han sido controladas en todo el mundo durante muchos años únicamente mediante el uso de fungicidas poscosecha comunes como imazalil, tiabendazol, ortofenilfenato de sodio (utilizado actualmente en preparaciones fungicidas combinadas), guazatina y propiconazol, pirimetanil, fludioxonil, azoxistrobina y trifloxistrobina.
Estos fármacos formaron la base de la protección fungicida de los frutos de naranja durante más de 25 años, lo que contribuyó a la propagación de cepas de hongos resistentes.
En este sentido, y teniendo en cuenta la globalización del marketing ambiental, se están considerando productos alternativos de biocontrol. Las plantas brindan una amplia oportunidad para la creación de nuevos compuestos antifúngicos debido a su gran diversidad química; de hecho, se han aislado de ellas numerosos compuestos antifúngicos que se utilizan actualmente contra patógenos humanos.
El objetivo de este estudio fue descubrir nuevos productos botánicos derivados de especies nativas argentinas con potenciales propiedades fungicidas. Para ello, se seleccionaron 20 plantas nativas de la zona central de Argentina, las cuales fueron evaluadas por sus propiedades fungicidas frente a cepas de P. italicum , P. digitatum y G. citri-aurantii caracterizadas morfológica y molecularmente .
Los datos se recogieron 7 y 14 días después de la inoculación fúngica, y cada muestra se clasificó según el porcentaje de inhibición del crecimiento fúngico. Se realizaron análisis estadísticos en función de la porción de cada planta utilizada y el tipo de extracto en el que podrían estar presentes los compuestos más activos.
Los fármacos inhibidores (100%) más prometedores del crecimiento de al menos uno de los tres fitopatógenos fueron extractos de las siguientes plantas: Orthosia virgat a, Petiveria alliacea, Funastrum clausum, Solanum caavurana y Solanum pilcomayense. Los extractos de estas plantas se probaron en naranjas inoculadas y no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los tratamientos con fungicidas comerciales y extracto de metanol en el control de la pudrición de la fruta. Por lo tanto, los productos extraídos de plantas locales tienen potencial fungicida y pueden usarse para el bioprocesamiento de frutas cítricas”.
Basado en un artículo de un grupo de autores (Norma Hortensia Alvarez, Maria Ines Stegmaier, Gisela Marisol Seimandi, José Francisco Penciero, Juan Marcelo Zabala, Maria Alejandra Favaro, Marcos Gabriel Derita) publicado en el portal www.mdpi.com).