LOCAL.- Con una inversión de 84 millones de pesos el municipio pretende ordenar una actividad que va creciendo, como es la venta de alimentos en la vía publica y que también existe en domicilios, cada vez más frecuente y que aumentó en tiempo de pandemia.
Un piso de baldosas, llaves de agua potable e iluminación, lo que tiene contentos a los dueños de estos carros de comida cuyos permisos serian de $10.000 mensuales, según lo dio a conocer uno de estos comerciantes, Luis Villanueva.
Si bien en otras ciudades estos carros de comida se ubican en alguna explanada o sitio, aquí se usaría el espacio de uso público (veredas) para la actividad, lo que tendrá que ser verificado por el Serviu.
Con las instalaciones construidas el municipio se da a estos comerciantes una señal y su regulación, mediante permisos temporales que deberá tener también, al igual como ocurre con el comercio informal, una política que defina la actividad dentro del marco regulatorio existente.