Las hortensias son unas de las plantas más delicadas y elegantes que podemos tener en el jardín, pero guardan un increíble secreto.
Las hortensias son arbustos elegantes, coloridos y frondosos que le otorgan estilo a cualquier jardín. Su gran poder ornamental las ha convertido en una de las especies más cultivadas en el mundo entero. Sin embargo, esconden un secreto y es que el color de sus flores puede modificarse fácilmente. Te contamos el truco para lograrlo.
Los jardineros profesionales o diseñadores de exteriores han guardado bajo cuatro llaves durante años la fórmula para manipular las hortensias y obtener paisajes fabulosos jugando con el color de sus flores. Pero, esta maravilla también se puede lograr en casa.
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Lo primero que debes saber es que el órgano encargado de darle color a las flores está fuertemente influenciado por el pH de la tierra en la que se encuentra la planta. Por lo tanto, haciendo cambios cuidadosos en él lograremos cambiarlo.
Naturalmente, las hortensias se desarrollan mejor es suelos ácidos y, durante la experimentación, lo ideal es mantenerlo entre 4.0 y 8.0 para no terminar estropeando la planta. También es importante que este proceso se realice unos 60 días antes de la floración para obtener los resultados deseados.
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Hortensias azules: este color aparece cuando el sustrato está cerca de los límites de acidez, cuando más alto sea el pH, más intenso será el color. Para obtenerlo, se pueden incorporar pequeñas dosis de vinagre diluido con agua cuando las regamos.
Hortensias rosas: este color es el más común y se debe a que, al regar con agua de la canilla o grifo, incorporamos cal que termina produciendo una pérdida en la acidez del suelo. Si este es tu color favorito, pero buscas hacerlo más fuerte puedes incorporar cenizas de madera o pimentón en el riego.
Hortensias rojas: llegar a este color puede poner en riesgo la planta, por lo tanto, debes hacerlo con cuidado. Es que requiere de un pH en la tierra que supere la neutralidad y llegue a ser alcalino -superior al 7.0-.