• Precio de uvas moscatel o Italia, debería fluctuar entre 120 y 150 pesos por kilo, en tanto la negra país se ubicaría sobre esos valores por kilo.
REGIONAL.- (ladiscusion.cl).- Pese a los esfuerzos por fortalecer la asociatividad de los viñateros y la negociación de contratos de compra de grandes volúmenes de uva vinífera, el mercado no parece estar dispuesto a mejorar sustancialmente los precios esta temporada en el Valle del Itata, donde acaba de comenzar la vendimia.
Si bien las empresas asociativas agrupadas en la
megacooperativa de segundo piso conformada con el apoyo de Indap reconocen
avances en cuanto a la seguridad del pago a tiempo de los contratos y valoran
el poder negociador frente a los poderes compradores de la zona central, a los
que ahora venden directamente, sin intermediaros, en la práctica, los precios
ofrecidos no son muy superiores a los obtenidos el año pasado y tampoco son muy
distintos a los que ofrecen las grandes viñas.
Asimismo, algunas organizaciones de viñateros critican la
falta de transparencia en el mercado, que se expresa en la demora en informar
los precios en los centros de acopio, así como también apuntan al rol de Odepa,
que según sostienen, no publica de manera oportuna los precios de la uva y el
vino, particularmente los que están pagando los grandes poderes compradores
como Concha y Toro, Santa Rita y San Pedro.
También persiste la preocupación por la demora en la
apertura de los centros de acopio, la mayoría de los cuales comenzarán a
recibir uva Moscatel recién a partir de mañana lunes, puesto que a medida que
los días pasan, la uva se deshidrata y pierde peso, con el consiguiente perjuicio
en el pago a los productores.
Esta semana abrió el centro de acopio de la cooperativa
Coovicen, de Quillón, recibiendo la uva Corinto (Chasselas), que madura primero
-antes que la Moscatel-, pagando $120 por kilo; y también lo hizo el acopio de
Viñas de Guarilihue SpA, con el mismo precio piso.
En tanto, desde el Indap informaron que entre el 15 y el 25
de marzo abrirán los demás centros de acopio apoyados por Indap, para recibir
uva blanca y tinta.
Optimismo en Indap
Luis Flores, jefe de comercialización de Indap Ñuble,
recordó que hasta el año pasado, las empresas asociativas apoyadas por la
entidad gubernamental trabajaban de manera independiente, pero el 27 de enero
de este año se constituyó la cooperativa de segundo piso (la más grande la
región) conformada por seis empresas, que concentra la gestión comercial de la
venta de uva y vino.
La “megacooperativa” está integrada por Coovicen (Quillón),
Centinelas del Itata (Ránquil), Moscin (Coelemu), Ecoparras (Portezuelo), Cuvas
de Ninhue (Ninhue) y Viñedos de Quinchamalí (Chillán).
Para esta temporada, se estima que en conjunto comercialicen
más de 12 millones de kilos de uva, 2 millones más que el año pasado, un
aumento que Flores atribuye a varios factores, entre ellos, “porque los mismos
viñedos que vendieron el año pasado aumentaron su rendimiento, por razones
climáticas -las lluvias de fines de enero-; y porque los buenos resultados del
año pasado motivaron a otros viñateros a sumarse. Hay que destacar que nosotros
pagamos el mayor precio la temporada anterior y porque damos confianza”.
Detalló que, si bien los socios de las seis empresas
asociativas suman cerca de 150, el año pasado recibieron las uvas de unos mil
productores de la zona y para este año se espera recibir la producción de
1.200-1.500 viñateros.
Flores comentó que de acuerdo a los contratos que negoció la
megacooperativa con tres viñas de la zona central, apoyados por Indap, permiten
ofrecer un precio piso de $120 por kilo para la uva Moscatel, destacando que es
superior a los $100 que se ofrecieron al inicio de la temporada 2020, que
concluyó con $120 en la mayoría de los contratos, e incluso en algunos se llegó
a $130.
De esta forma, el profesional planteó que durante la
presente temporada se podría cerrar con valores entre $130-$150 en el caso de
la uva blanca. “El precio final lo marca el mercado, según la demanda. Si las
bodegas encuentran que está llegando poca uva, van a subir el precio. Pero lo
bueno es que nosotros estamos partiendo con un muy buen precio, $120 es el
precio más alto con el que hemos partido desde 2019, éste es el tercer año en
que gestionamos los acopios de Itata”.
Explicó que desde el año pasado la uva Moscatel está siendo
más cotizada que la País, por lo que el valor de la uva tinta debiera ser
inferior en esta temporada, el año pasado la diferencia fue de $10. “Todo
depende del stock, cuando las bodegas tienen poco stock de blancas, empiezan a
comprar y pagan bien, y eso ha ocurrido el año pasado y el actual, porque
también hay mayor demanda de uva blanca en el mundo”, sentenció.
Consultado por el efecto de las lluvias de fines de enero,
Flores explicó que tuvieron un impacto negativo principalmente en la uva de
mesa en la zona central, pero no en la uva vinífera, “porque en esa fecha la
uva vinífera todavía estaba verde, no madura”. En ese sentido, explicó que los
efectos se observarán, por un lado, en un aumento de 20% en la producción de
uva vinífera, con una pérdida marginal (menos del 2%) de uvas con enfermedades
fungosas, lo que está relacionado con el mal manejo de la planta.
Sin embargo, en relación con los precios, el funcionario de
Indap expuso que “lo que controla el precio, en general, es la uva de mesa del
Norte, porque la competencia que tienen nuestras uvas País y Moscatel es la uva
de mesa. Los precios de la uva Cabernet, Chardonnay, Sauvignon Blanc y de las
cepas francesas en general, no son referencia para nosotros, porque son más
caras, ya que rondan los $250”.
“Nuestra uva Moscatel y País no reemplaza a las cepas
francesas, no se usa para mejorarlas. Con el vino nuestro se hace vino de menor
calidad, que no va con denominación de origen necesariamente, por lo tanto, no
podemos aspirar a precios mayores”, argumentó.
Añadió que las uvas de cepas tradicionales del Itata
compiten con la uva de mesa, porque las grandes viñas usan esta última para
vinificar. “Y resulta que la uva de mesa vale $80 por kilo, más el flete, que
no es mucho, porque las plantaciones de O’Higgins están cerca de las bodegas
del Maule, salvo las de más al Norte, que con el flete llegan al Maule a un
precio similar al que se paga en Itata.
Entonces, en años malos para la uva de mesa, como el actual,
en que hay un mayor stock porque grandes volúmenes no se pudieron exportar,
termina compitiendo con la uva de Itata a valores inferiores. Y eso es porque
lamentablemente hoy se puede vinificar con uva de mesa, que incluyendo el
flete, puede llegar a $110 al Maule”.
Detalló que esta temporada están negociando básicamente con
las mismas bodegas que compraron el año pasado, que están entre las más grandes
de Chile: RRWine, Patacón y Viña Santa Carolina. “Esas empresas son las más
confiables, pagan a tiempo, pagan el 100% de la uva, lo que es muy importante,
porque en el Valle del Itata nos encontramos con productores que el año pasado
vendieron a intermediarios y que todavía no les pagan, a diferencia de aquellos
que vendieron a los centros de acopio de las empresas asociativas apoyadas por
Indap”.
“Nosotros firmamos contrato con estas bodegas, lo que nadie
más hace en Itata. Cuando los productores le venden a los intermediarios no hay
contrato de por medio y no hay seguridad de pago. De esa forma, quienes no
venden a los acopios se arriesgan a venderle a los intermediarios, que son
inescrupulosos, que pagan menos, incluso hay algunos que pagan $60-$80 por kilo
porque llevan gente para cosecharla; así también hay varios casos de no pago”,
afirmó.
“Descolgados”
Miguel Ramírez, presidente de la empresa asociativa Viñas de
Guarilihue SpA, que reúne a 70 socios de Coelemu, contó que este jueves abrió
el acopio en marcha blanca, para comenzar en plenitud a recibir uvas a partir
de mañana lunes. “Hicimos contratos y publicamos los precios con una semana de
anticipación, tal como establece la normativa del SAG, como una forma de
presionar un poco a la industria para que informaran sus precios.
Lamentablemente, no todos los acopios cumplen esa norma”,
expresó.
Aunque Viñas de Guarilihue SpA nació con el apoyo del Indap,
el año pasado se marginó del grupo de empresas asociativas que comercializan
asesorados por Indap. “Nosotros nos descolgamos porque nos sentimos
abandonados, ya que no nos ayudaron en lo que necesitábamos”, recordó Ramírez,
en alusión al conflicto que protagonizó el anterior directorio de la sociedad
cuando no se rindieron adecuadamente los recursos traspasados por Indap para la
implementación de una bodega de vinificación, lo que derivó en una deuda que les
ha pesado por años y que los tuvo al borde de la quiebra y en la recriminación
contra el Indap por no haber fiscalizado oportunamente.
“Este año trabajamos de manera independiente, e hicimos
contrato con la Lourdes Bulk Wine -del grupo Morandé-; y RR Wine”, sostuvo el
dirigente, quien criticó que la asociación al alero del Indap “no nos permitió
lograr mejores precios, que era el objetivo, por lo tanto, preferimos hacerlo
de forma independiente y nos evitamos problemas. A nosotros nos interesa
acercarnos un poco al costo de producción, de $160 por kilo, y la verdad es que
estamos lejos de eso, y así no nos sirve de nada la asociatividad”.
“El año pasado obtuvimos un precio final de $120 por la uva
Moscatel y por la País. Mientras que para esta temporada el precio de apertura
es de $120 por la uva blanca”, agregó.
Si bien reconoció que hasta el momento no han logrado un
precio mejor que el de las empresas socias de la megacooperativa, Ramírez
expuso que al “descolgarse” tienen mayor libertad para negociar en lo que
califica como una apuesta de largo plazo: “no vamos a lograr mejores precios de
un año para otro, pero aspiramos a conseguirlo más adelante. Al salirnos del
alero de Indap se nos abre un abanico de opciones para negociar”, aseveró, y
destacó que gracias a esa libertad pudieron publicar los precios antes que los
acopios de la megacooperativa.
El año pasado, Viñas de Guarilihue comercializó 1,3 millón
de kilos de unos 200 productores, y según el dirigente, este año esperan
superar esa cifra.
Consultado por las expectativas de precios para la presente
vendimia, el dirigente recordó que “antes de las lluvias había expectativas
serias de que el precio piso iba a comenzar en $150 por kilo, porque había una
escasez de uva blanca que se observó al finalizar la cosecha el año pasado,
pero después de la lluvia se produjo el daño de la uva de mesa, que va toda a
vinificación, y que entiendo que se está transando incluso a $50 por kilo. Las
grandes viñas están llenando sus bodegas con esa uva y eso presiona a la baja
los precios”.
Así las cosas, apostó que “la uva blanca esta temporada
debería llegar a $130-$150, considerando la escasez que vimos el año pasado;
pero eso es una suposición, porque se sabe que al final, el precio lo deciden
otros, me refiero a las tres grandes viñas que controlan el mercado”. De igual
forma, indicó que para la uva tinta tampoco se esperan mejores precios, con una
estimación de $100 para la uva País y sin precio aún para la Cinsault.
Finalmente, coincidió con Flores respecto al efecto positivo de las lluvias en la uva de la zona, al aumentar los rendimientos por el mayor peso del grano, pero advirtió que ese resultado se puede aprovechar si la cosecha se hiciera en el corto plazo, pero si la vendimia se realiza después del 20 de marzo, todo lo ganado se perderá por deshidratación que supone una merma de 20%-30%, “lo que finalmente le conviene a las grandes viñas, que van a obtener más grados, que sirve para subirle grados a la mezcla con el vino de uva de mesa”.