Manos jóvenes potencian el agro


Un total de 33 jóvenes de Azuay, Cañar y Morona Santiago son parte de los primeros egresados de la escuela de emprendimientos “Jóvenes Rurales”. El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) lleva este programa a nivel nacional para un cambio regeneracional en el agro basado en las nuevas tecnologías.

Cientos de jóvenes entre 18 a 29 años de edad se inscribieron en la primera escuela, que debido a la emergencia sanitaria del COVID-19, se efectuó de forma virtual durante dos meses.

Los jóvenes recibieron capacitación en temas de: finanzas, planes de negocios, marketing y ventas, además de capacitación técnica para el desarrollo agropecuario y la agricultura de precisión con el uso de drones.

Al final elaboraron un proyecto individual que podrá ser financiado a través de créditos en BanEcuador como una alternativa de empleo.

Experiencias

En la provincia del Azuay se inscribieron a través de las plataformas digitales 135 jóvenes, sin embargo, no todos participaron, y solo 17 aprobaron.

Gustavo Pillacela, de 22 años de edad, oriundo de la parroquia Jima, del cantón Sígsig aprobó la escuela con el objetivo de potenciar su labor en la apicultura. Él quiere poner en práctica las enseñanzas para dimensionar las zonas de chaparros, de donde las abejas obtienen el néctar; además del mantenimiento de sus terrenos.

“Trabajaba en la construcción, pero por problemas en la vista tuve que dejarlo e inicié un proyecto en la apicultura con el que puedo ayudar a mis padres”, citó Pillacela, quien en la actualidad tiene ocho colmenas de abejas para obtener miel que la vende en su sector.

En Cañar se inscribieron 109 jóvenes, pero participaron en menor cantidad, y solo tres completaron la instrucción.

Nancy Curillo, de 29 años de edad, de la parroquia Pancho Negro, del cantón La Troncal, aspira por potenciar su negocio de venta de plantas ornamentales con los conocimientos adquiridos, sobre todo, en estudios de mercado y plan de negocios.

“No tenía trabajo, y cuando inició la pandemia la situación empeoró, así que emprendí el cultivo de plantas para que ingrese dinero a mi hogar (…) Estamos iniciando de a poco, espero que con el tiempo tener un vivero y local más grandes incluso para dar empleo (…)”, comentó Curillo.

En Morona Santiago se registraron 394 jóvenes, asimismo, no todos intervinieron, y solo 13 aprobaron.

Damaris Barba, de la parroquia General Proaño, del cantón Morona (Macas), quiere dar valor agregado al cacao. 

Damaris Barba, de 25 años de edad, de la parroquia General Proaño, del cantón Morona (Macas), aprobó la escuela con el objetivo de generar un proyecto para dar valor agregado al cacao y venderlo en el mercado.

“En mis predios voy a sembrar las plantas de cacao. Me gusta este producto porque me llama la atención la confitería, además, que conociendo las propiedades que tiene el cacao, las puedo aprovechar ”, señaló Barba.  (BPR)-(I)

Programa continuo

El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) dará seguimiento y apoyará a los jóvenes que aprobaron esta primera escuela para que se cristalicen sus proyectos en corto tiempo.

Así lo confirmó Jhon Atiencia, director distrital del MAG en Azuay, quien dijo además que en febrero se prevé hacer un nuevo llamamiento a través de las redes sociales y medios de comunicación para que más jóvenes de la provincia y del país participen en una nueva edición de la escuela de emprendimientos “Jóvenes Rurales”.

“Tenemos una gran cantidad de jóvenes que no han podido ingresar a las diferentes universidades, ni tampoco existen los institutos comprometidos para que tengan opciones de carreras intermedias y tecnológicas (…), añadió Atiencia. (I)

DETALLE

Así como estos jóvenes, el resto de participantes inician un nuevo proceso para poner en práctica lo aprendido en diferentes áreas del agro.

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