AGRO.- El desarrollo es el primero biológico y no químico a nivel
mundial para tratar una enfermedad que obliga a quemar colmenas completas.
Ahora ganaron un proyecto que los llevará a mostrarlo y buscar comercializarlo
en California, EE.UU.
Mientras a nivel global se buscan fórmulas para proteger a
las abejas de las distintas amenazas que las tienen en riesgo, en Chile tres
jóvenes crearon el primer producto biológico a nivel mundial que combate la
loque americana, enfermedad bacteriana que ataca las larvas y pone en riesgo a
colmenas completas. El mismo que ahora mostrarán en California, Estados Unidos.
Todo comenzó cuando Stephanie Slebos (28) y Alejandro Olmos
(28) estudiaban biotecnología en la Universidad Mayor en 2015 y, para la
evaluación en un ramo, les pidieron desarrollar una idea para postular al
concurso “Aplica tu idea” de la Fundación Copec-UC.
“Había que hacer un proyecto y aplicar los conocimientos de
biotecnología. Entonces, ahí nació la idea de aplicarlo al mundo de las
abejas”, cuenta Camilo Bravo, quien en 2017 se integró al proyecto y hoy es
director de operaciones en BeeTechnology.
Su propuesta fue desarrollar un suplemento nutricional que,
junto con nutrir y mejorar la calidad de vida en las colmenas, previniera la
loque americana, enfermedad de alta patogenidad y virulencia, que puede llevar
a tener que quemar colmenas completas. Hasta ahora el control era complejo, ya
que involucraba sustancias que podían dejar residuos.
“Los antibióticos no se pueden usar, no se recomiendan,
aparte de que tampoco son efectivos. Al ser bacterias (la loque), muchas veces
los apicultores, para no tener que quemar las colmenas, aplican antibióticos
que al final les generan más problemas, como que aparezcan residuos en la
miel”, cuenta Leslie Vallejos, médico veterinaria e investigadora de Salud
Apícola 2020 LatAm, proyecto de Fraunhofer Chile Research.
Explica que la enfermedad es muy grave, invasiva y
persistente.
“La espora de esta enfermedad puede durar en el ambiente por
30 o incluso 40 años. Es una espora que es muy resistente. Aguanta el frío, el
calor, la humedad, aguanta todo prácticamente”, sostiene Leslie Vallejos.
En Chile, el primer foco oficial de la enfermedad fue en
2001. Luego se registraron nuevos brotes en 2004 y 2005, por lo que el 2007 el
Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) implementó el programa nacional de control
oficial, el cual vela por la detección temprana de la enfermedad.
Sin embargo, la apuesta de los biotecnólogos chilenos fue
buscar una forma de prevenir, fortaleciendo la salud de las abejas, para evitar
la presencia de la enfermedad.
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