Aún se recuerda las palabras de un concejal que advirtió que,
solo a partir de la llegada del director
de control, Ricardo Parra, el concejo municipal de San Carlos había empezado a tomar conocimiento de una serie
de situaciones administrativas que requieren la atención e incluían la responsabilidad
de los ediles.
Informes de los estados financieros,
del estado de las demandas, de irregularidades y denuncias concretas a la Contraloría, fueron recibidas inicialmente como un aporte
a la transparencia, sin embargo, al poco andar los informes de control pasaron
a ser incómodos para el alcalde Hugo Gebrie y ya no eran subidos a la sala de
consejo.
Una primera acción fue sacar al
director de control Ricardo Parra del proceso de firmar en las adquisiciones, esgrimiendo como escusa una mayor rapidez al sistema, luego se intentó que los informes solo fueran conocidos
primero por el alcalde y Parra Ortiz le recordó que él era asesor tanto
del alcalde como del concejo, por lo que continuaría entregando sus informes
en paralelo a ambos.
En un desesperado intento por "sacar
de circulación" al director de control,
el alcalde ordenó se le hiciera un sumario y el fiscal ordenó
suspenderlo de sus funciones, alejándolo
al director de control del municipio por más de 6 meses, sumario que no
tuvo ningún resultado relevante, ya que
-según se ha dicho, estaba basado en "chismes".
A su regreso Parra Ortiz recibió
la noticia de que había sido calificado con las
más bajas calificaciones, para un profesional que tiene una trayectoria
como exfuncionario de la Contraloría y
asesor de varios municipios y que
llegó al cargo mediante concurso público. La medida de Gebrie se esperaba que fuera reconocida como un error, pero lejos de
ellos el afectado no tuvo otra salida que denunciar el miércoles pasado al
concejo municipal la situación de acoso laboral y persecución funcionaria que
hoy vive.
"La administración no perdona a este director que denuncie las
irregularidades que hay en esta municipalidad y obviamente que el señor alcalde
sin motivo ni fundamento, me ha colocado
en lista 3 con una calificación de 4,45. Me ha colocado un 3 en trabajo en
equipo, un 4 en cantidad de trabajo, calidad de labor relacionada un 4, interés
por el trabajo un 4, trabajo en grupo 3; esas son las calificaciones de este
director, detalló Parra.
Luego agregó: "Yo quiero
apuntar a que el alcalde tiene asesores directos, que son de su confianza. Cómo
un abogado no va a saber que una persona que ha estado más de seis meses fuera
del servicio, por cualquier razón motivo o circunstancia, tiene que mantener las calificaciones del
período anterior. Yo soy uno de los directores que tiene calificación 7.
Luego Parra apuntó sus dardos
hacia el abogado y administrador
municipal, Javier Dávila , "Aquí lo que más duele es que hay una
complicidad por parte de directores que son de exclusiva confianza del alcalde.
Aquí trataron mediante un sumario espurio (falso, ilegitimo) cuyo fiscal está
sentado ahí (apunta al administrador Javier Dávila) que trató de echarme de
esta municipalidad, pero no pudieron".
Finalmente el director de control pidió a los concejales que, si no podían hablar en
el concejo los funcionarios despedidos,
a lo menos que fueran escuchados en la comisión de concejales "ustedes son
la última esperanza que tienen ellos". Entonces la única forma de evitar
los abusos en esta municipalidad es que las autoridades que fueran elegidas
democráticamente, jueguen el rol que les corresponde".
La sesión de comisión del concejo
municipal se llevará a cabo este martes a las 17 horas en la sala de sesiones
del municipio local.
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