LOCAL .- By Mario San Martin Agosto 12, 2019 Una aclaración al acta trajo de nuevo a la discusión el caso de la compra de un terreno adyacente al Cementerio de Cachapoal para destinarlo a estacionamientos
y donde el alcalde debió inhabilitarse debido a una denuncia por negociación incompatible, presentada ante la Contraloría.
Esta vez fue el director de control, Ricardo Parra, que pidió que el concejo municipal aprobara una modificación al acta y se dejara claramente establecido que existe la posibilidad de expropiar el terreno necesario para los requerimientos del Cementerio Municipal de esta localidad rural de la comuna.
Durante un largo período de tiempo, donde incluso se llamó a licitación, no fue posible que una de las personas que cuenta con terreno adyacente al recinto señalado, vendiera al municipio a través de una licitación y solo habría manifestado su voluntad de vender mediante trato directo, lo que alertó la discusión al interior del concejo municipal.
En razón de que los concejales exigieron al alcalde que se modificara el acta y quedara escrita la recomendación del director de control, el alcalde cambió su discurso y pretendió establecer que había sido él, quien había propuesto la expropiación, lo que provocó extrañeza entre los concejales.
Pese a la insistencia del concejo de contar con un informe jurídico y de Secplan sobre la factibilidad de expropiar el terreno necesario para el Cementerio de Cachapoal, este informe aún no llega a los ediles. Se debe considerar que de no prosperar la expropiación la única salida que le queda al municipio es la compra mediante "trato directo".
Por su parte el oferente no ha querido participar en las dos licitaciones públicas y solo quiere la venta directa de un predio de 16 mil metros cuadrados, de los cuales solo son utilizables 3.200 metros cuadrados, dado que se trata de parte de un cerro.
Los últimos episodios de este caso han contribuido, aparte de las discusiones, a guiar la compra por el camino más transparente y ajustado a la normativa.